Te descubrí oculta
tras una sonrisa
y sentí la
mordedura de tu boca
al imaginar el
primer beso.
Solo conocía tu
nombre
como se conocen los
días del calendario,
pero ignoraba tu
gracia y tu galanura.
Y era cierta.
Estabas agazapada,
como gacela que se protege
de un furtivo,
en espera de una
señal de confianza.
Fui en tu busca.
Saliste de tu ausencia
y te desvelaste como
selva virgen,
como un frondoso y
esperanzador tesoro.
Para ti fue como un
asalto y, sorprendida,
me desvelaste tu
candor, tu inexperiencia,
tus nervios, tu
risa, aún más torpe que la mía.
Te quedaste con mi
alma, con todo mi ser
colgado en el vacío
y encadenaste mi voluntad
como barco que echa
su estacha
al abrigo de la
dársena y allí para siempre.
Y felizmente así fue como Paco mordió el anzuelo y quedó pescado para siempre, feliz en su pecera. Jejeje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguramente me echaron en adobo, Cayetano, pues nunca dura tanto tiempo la pesca sin corromperse.
EliminarUn abrazo.
Qué preciosidad...!!!!!
ResponderEliminarEs una delicia saber que existen esos amores correspondidos.
Felicidades a ambos, GUAPOS.
Pues existen, Tracy, es cuestión de ponerse a diario en la piel del otro, es cosa de perder a veces para ganar. Muchas gracias por tu felicitación.
EliminarUn abrazo, guapa.
Precioso poema lleno de Amor, os felicito a los dos.Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Charo.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. Que poema más bonito. Se echaron mutuamente la caña, y dos dos picaron, era muy bueno el cebo de los dos. Enhorabuena y felicidades.
ResponderEliminarAbrazos
Muchas gracias, Isa. Como dices, es una pesca recíproca.
EliminarUn abrazo.
La foto que nos dejas ya es todo un poema, Francisco. Tus letras corroboran ese enamoramiento virgen y frondoso, que los dos vivísteis de forma apasionada y genuina. Me encantan las metáforas, la entrega y el amor que le has puesto...Y es que todo vuelve a ser, el pasado está vivo en este presente eterno, que los dos vivís, amigo.
EliminarMi felicitación y mi abrazo por esta preciosidad.
Mi abrazo admirado para los dos.
Gracias y mil gracias, María Jesús, por tanta bondad como hay en ti, en tu mirada en tu forma de leer y en tu amistad.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que preciosidad de poema, que amor tan grande y hermoso el que derramas en versos amigo Francisco, que siga así por siempre. Saludos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Sandra, por tus palabras.
EliminarUn abrazo.