Anteayer fue jueves
y dio comienzo el
fin de semana;
cuando yo era joven
también se holgaban
los domingos.
Hoy todo lleva otra
marcha, otro ritmo,
y ni la pandemia es
freno
para pensar más en
el ocio
que en las
obligaciones.
Nuestros mayores
más remotos veneraban el Sabbat,
pero vino uno que
llamó a las cosas por su nombre
y, con la oblación
de su propia sangre
santificó el
domingo y hasta dio pie
para que se
iniciara un nuevo calendario.
Los congresistas exaltan
el miércoles
como único día de
trabajo efectivo
y lo aprovechan
enfrascándose
y hasta, a veces,
teme uno que lleguen a las manos;
se esfuerzan ese
día, sí,
pero es todo lo que
hacen muchos de ellos
en toda la semana.
Fui un niño
medianamente aplicado
y tuve clases de
lunes a sábados,
lo cual me sirvió
de entrenamiento
para fajarme luego
al trabajo de seis días por semana;
mas quiso el
destino que me dedicara a la hostelería,
donde los días de
la semana se contaban
como se cuentan las
estancias o los desayunos.
No me quejo, peor
fue para mi padre
y para quienes como
él fueron campesinos tradicionales,
cuyo ritmo lo marca
la aurora y el ocaso
y ya sabemos que el
sol sale todos los días.
Como decía, jueves,
un día cualquiera,
un día como otro
para salir a la calle
tocado de bastón y
de sombrero
tratando de evitar
los traspiés que provocan
las pestañas del
acerado,
mientras trato de
sortear heces caninas
y tipos
insolidarios haciendo mal uso de las mascarillas
o pasando
olímpicamente de llevarlas
ni guardar la
distancia social tan repetida en los medios.
En mi etapa de colegiala, siempre he tenido libre el sábado y el domingo.
ResponderEliminarLa hostelería está pasando por una etapa muy mala. Muchos establecimientos de Sevilla, he escuchado que han dado el cierre definitivo.
Lo de la agricultura, parece que nadie lo quiere arregla. No es justo que a un agricultor le paguen por sus sandías 0,03 céntimos y estén en el supermercado a 0,39. La vida en el campo es muy dura y con ese precio no tiene apenas ganancias. En la época de recolección hay que contratar una mano de obra, que hay que pagar.
Si queremos que no se abandone el campo y los pueblos no queden desiertos, hay que mirar por el bienestar de los agricultores.
Besos
Tienes toda la razón. Lo de la hostelería y otros gremios es coyuntural, como todos los servicios, pero la agricultura, sector primario, va de mal en peor y sin que nadie haga nada por impedir que los intermediarios se queden con el sudor de los agricultores.
EliminarBesos.
El trabajo, el sacrificio y la disciplina del estudio todos los días de la semana se valoran muy poco hoy día...Como bien dices el fin de semana comienza muy pronto, se opta por la diversión, por el olvido de la infección y por ganar dinero fácil, más aún si lo aporta el gobierno...
ResponderEliminarEn fin, los valores clásicos del espíritu andan perdidos por el suelo, sin saber a dónde ir y con quién...Francisco.
Feliz fin de semana.
Mi abrazo y mi ánimo.
A lo largo de la vida, los mayores siempre vieron con recelos lo que hacen los jóvenes; ahora me toca a mí ser mayor. No obstante, creo que no todos los cambios son positivos. Sigo creyendo en el pan con el sudor de la frente.
EliminarUn abrazo, María Jesús.
Mis padres y mis abuelos y tatarabuelos fueron agricultores. Yo desde ya llevo adelante su legado y no permito que nadie ofenda tan gloriosa tarea. En Argentina todo es un caos. No sabemos de sábados y domingos, estamos desorientados por el covid y por el gobierno de turno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pienso que lo que describes es general al mundo entero, Luján. Aunque andan hablando algunos de vacuna, todavía no conoce la Ciencia la verdadera entidad de este virus. Mi respeto por el sector agrícola del que formaron parte mis mayores.
EliminarUn abrazo.
Por ahora, aca en Monterrey los fines de semana son de encierro total, todo esta cerrado. Un gusto leerte amigo Francisco. Saludos a la distancia.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Sandra, por tus cariñosas palabras.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. Los políticos son quienes tienen que dar ejemplo. Si ellos despotricar para ni arreglar la situación, el pueblo sigue su ejemplo. Somos lo que mamamos cada día en el Congreso de los Diputado.
ResponderEliminarAbrazos
Hoy discrepo ligeramente de ti, Isa. No me parece el Congreso el espejo donde mirarnos: ninguno habla de la Verdad, sino de lo que interesa a su partido y a sí mismo para seguir siendo reelegido.
EliminarUn fuerte abrazo.
Para cada uno la semana es peculiar, según su vida. Ahora para mí los domingos son mágicos, único día que no trabajo... Y cómo se saborea cada segundo... y como se van...
ResponderEliminarQue sigas disfrutando cada día con la poesía. :)
Durante mi vida laboral los domingo los hice laborables; ahora son festivos los 7 días de la semana. Gracias, Maite. Disfruto con la poesía y con los amigos.
EliminarUn abrazo.
Festejo el jueves porque me llevaste a pasear por todo el recorrido de tus pensamientos pasados y actuales. Llevas mucha razón y no queda menos que aplaudir lo tuyo, que coincide en mucho con los míos. Cariños
ResponderEliminarCómo lo celebro, Rosa María. Mi aspiración no es ser distinto sino ser como los demás, en especial similar a quellos que me gustan.
EliminarCariños abrazados.
He descubierto este blog interesante en su lectura.. Claro que todos los días tienen una particularidad y que esa misma particularidad también varia según las etapas de la vida, y hoy en dia también por la situación que atravesamos... Ojala siempre sean días para agradecer por la vida y por todo lo que nos rodea.. Un abrazo
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Eli, por el descubrimiento-
EliminarUn abrazo.
En tu recorrido de fiestas se te olvidó aquellos personajes que viven en perpetua fiesta y que guardan la distancia social desde su yate a la perfección.
ResponderEliminarDices que tenías clases hasta los sábados, en mi cole también teníamos clases de lunes a sábados mañana y tarde y al decir tarde me refiero que salíamos a las 8 menos cuarto de la tarde-noche, sólo disponíamos del domingo y por supuesto de las vacaciones de S.S. Navidad y verano si habías aprobado pues de lo contrario había que seguir estudiando para recuperar en septiembre lo suspendiddo pero lo veíamos normal ya que nos pasaba a todos los niños...hoy lo viven de otra forma.Insolidarios también los hay en mi pueblo, yo diría que demasiados pero la guardia civil hace la vista gorda pues no pone multas....veremos cómo termina tanta irresponsabilidad.Saludos
ResponderEliminar