Por las calles desiertas, la
soledad
paseando ausencias a pleno
día
y el sol como compañía
exclusiva;
las sombras escondidas bajo
los zapatos
y las chicharras, a coro,
solemnizando
lo recóndito desde su
agazapado estado.
En la copa de la araucaria,
el sol
compite en altura y
verticalidad,
hasta ser vencido en la
caída de la tarde
antes de ocultarse por el
poniente,
cuando la reina azulplata
llega y se instala
para regocijo de
noctámbulos, enamorados
y poetas.
Vida, muerte y renacencia,
un caminar infinito y sin demora
que pauta el ritmo de todo
lo viviente.
Hola Francisco. No me extraña que estén las calles desiertas con lo que está cayendo por ahí. Me ha gustado lo de que solo hay sobra bajo los zapatos :-) Ponte a buen recaudo para no ser achicharrado por el sol de justicia.
ResponderEliminarAbrazos
En las barriada todo es como en cualquier lugar. Lo que se ve muy distinto es en los comercios y en las zonas turísticas para mi muy desolador.
EliminarAbrazos.
Estamos viviendo un verano atípico pese a los que nos muestran en la playas la televisión, será "la nueva normalidad".
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo que muestran las cámaras son imágenes selectas, porque el conjunto es desolador.
EliminarUn abrazo.
Todo está ralentizado, Francisco. Un abrazo
ResponderEliminarAdemás de los rebrotes por imprudencias, la actividad económica es de infarto.
EliminarUn abrazo.
Si el sol, dispara las temperaturas como ahora, no me extraña que las calles esté desiertas. Se está mejor en la casa y con el aire acondicionado.
ResponderEliminarBesos
No es el caso de la temperatura en la Costa del Sol, sino la escasez de turistas y lo retraído que está el personal por indisposición económica.
EliminarBesos.
El día tiene que morir para que tengamos el regalo de un nuevo amanecer.Saludos
ResponderEliminarAsí es a lo largo de la historia: una sucesión de tiempos, de persecución del día a la noche.
EliminarUn abrazo.
Una buena descripción del paso del tiempo de vida por esa calle, Francisco. Este año mucha gente no podrá disfrutar de vacaciones, su situación económica no se lo permite. Mi felicitación por tu bello paisaje de letras.
ResponderEliminarMi abrazo de lavandas en vuelo.
Muchas gracias, María Jesús, tan atinada como de costumbre.
EliminarUn abrazo.
Esas ausencias, esos vacíos... Yo veo todo tan triste y desolador.
ResponderEliminarMe imagino ustedes que están en verano cuando todo debería ser risa y alegría.
Un cariño Francisco.
Aquí es pleno verano, como dices, amanece antes de las siete y anochece sobre las diez de la noche; a pesar de ello falta ritmo económico y estamos atenazados por la prudencia.
EliminarUn abrazo, Luján.
Desolador ambiente.
ResponderEliminarCierto, Tracy, muy desolar.
EliminarUn abrazo.
Un poema que refleja la realidad que estamos viviendo, saludos amigo.
ResponderEliminarEso es lo que he tratado de reflejar.
EliminarUn abrazo