Un bloque más de la cantera,
una mole de mármol
con un rico y oculto
contenido
para quien sabe encontrar
con mirada radioscópica.
Golpes, golpes, golpes…
Golpes devastadores,
golpes cincelados y
esquirlas al aire.
Materia que salta buscando
la vida oculta
en la materia, a la espera
del rescate.
Y tras el duro esfuerzo,
la portentosa figura del más
histórico hondero,
de quien Samuel no dudó en
ungir
apenas llegar el rubicundo a
su presencia.
En la girola de la Academia
florentina,
elevado sobre todo lo humano,
una ola de miradas en
derredor
no dando crédito o poniendo
en dudas
la veracidad de lo que
contemplan.
Canon, estudio anatómico
perfecto:
cuello fornido, mirada
indefinida,
aunque atenta; hombros
relajados
como también la pierna
izquierda,
torso atlético y brazos
poderosos…
Así es el rey David que el
bueno de Buonarroti
encontró dentro de un bloque
de mármol
en las canteras de Carrara.
Capaz de sacar de un bloque de mármol la presencia absoluta de lo que su mente soñaba. Estaba ahí, en ése interior oscuro de piedra, y sólo su capacidad de ver donde no hay nada hizo posible esculturas a las que sólo les faltaba respirar.
ResponderEliminarGrande Miguel Ángel...grandes tus letras.
Tal como dices, Jorge, una capacidad inaudita de arte supremo. Gracias por tus palabras hacia mí.
EliminarUn abrazo.
Siempre tendrá una eterna juventud, en esa estátua de mármol.
ResponderEliminarBesos
Si impresionante es la fotografía, rodear su figura en la Academia de Florencia es sobrecogedor. Esos cinco metros de mármol se te vienen encima.
EliminarBesos.
Hola Francisco.
ResponderEliminarCon muchos detalles has escrito el poema sobre la estatua.
Seguro que su creador sudó muchísimo, pero he ahí ese gran monumento a la estatua. De David.
Abrazos
Hasta el siglo XIX estuvo a la intemperie en la Plaza de la Señoría, pero creo que hoy está en el lugar que debe. Muchas gracias, Isa.
EliminarAbrazos.
Con tesón, esfuerzo, paciencia y dedicación se pueden lograr grandes cosas a nuestro alcance claro, porque lo que hizo Miguel Angel no está al alcance de cualquiera, sólo los genios lo pueden lograr pero necesitando también lo nombrado para el resto de la gente común.Saludos
ResponderEliminarTodas esas cualidades son necesarias para realizar una obra de arte, pero por encima de todas el genio creador, Charo.
EliminarUn abrazo.
¡Magnífico, bravo bravissimo!
ResponderEliminarA la altura de la figura te ha quedado, bien moldeado este David con piedra poética.
Un abrazo :)
Tus gritos de júbilo me saben a recompensa. Gracias, Maite, por hacerme pensar que está logrado.
EliminarUn abrazo.
Me has recordadocon tu final, aquel chiste "usted descuide que si aquí dentro hay un San José, yo lo saco"
ResponderEliminarSin dudas ambos tienen el mismo origen, tanto la leyenda del artista como el chiste.
EliminarUn abrazo.
El genio necesita trabajo y paciencia, Francisco...Todos somos un bloque de piedra y la vida nos va modelando y puliendo con "golpes devastadores". Ahí está la estatua, cuya belleza y perfección nos habla de la grandeza del autor por encima del tiempo...Muy bello tu poema, que también te has currado,amigo.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo de luz.
Sin dudas una bella metáfora, María Jesús. El trabajo y la constancia son las mejores herramientas del artista. Gracias por tu felicitación.
EliminarUn abrazo.
Una gran obra de arte. Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarDe lo más grandioso de la Historia del Arte, Sandra.
EliminarUn abrazo.