Que vuelva el
blancor a la vara de nardos
y que su aroma
inunde las estancias,
que vuelva quien se
fue a las Canarias
y en mis manos dejó
llaves y regadera,
que vuelva pronto
su mano jardinera
y me libere de tan
altísimo rango
como es el mantener
en plenitud
el rincón más
coqueto y airoso de la casa.
Que vuelva. Que
vuelva. Que vuelva.
Templar las
cuerdas, afinar la lira
y cantarle endechas
inspiradas,
sería un encargo
más sutil y placentero,
─se me alcanza─
y su jardín no
miraría en este tiempo
con el desánimo de
un alma deshojada.
Que vuelva, ¡oh
manos de ternura!
a acariciar su
tacto la bella clorofila
de cada una de sus lindas
plantas.
Que vuelva. Que
vuelva al punto y así,
─tras el deber
cumplido─
habré de devolverle
las llaves de su casa.
Que vuelva. Que
vuelva. Que vuelva.
Hola Francisco. Muy bueno este poema a Marisol. Está muy bien esto de hacer favores a los/las vecinos/vecinas. Al final todo es retornable y lo que hacemos por los demás, algún día lo harán por nosotros. Seguro que sus plantas te lo agradecerán y a ella cuando vuelva la aplaudirán :-)
ResponderEliminarAbrazos
Ciertamente, Isa, la felicidad está en darse al otro. Quien no hace nada por el otro nada puede esperar.
EliminarUn abrazo.
Jajajaja, la poesía para tí no tiene escondrijos, sabes encontrarle el tema, el aire, el ritmo a todo. Hermoso y cierto tormento para tí, no creo que para las plantas y menos para la poesía que es muuuyy buena. Beso
ResponderEliminarGracias por tu opinión y tus ánimos, Rosa María.
EliminarBesos.
Rindes homenaje a Marisol, a su talento musical y como actriz. Yo, le guardo cariño y admiración. Hace poco refresqué mi memoria con un documental que pasó TVes.
ResponderEliminarSu jardín lo tendrás bien cuidado con esa alma sensible y generosa de poeta.
Un abrazo Francisco y que esté bien.
En este caso no se trata de la actriz, a quien le tengo gran admiración y respeto, pero la Marisol a la que me dirijo es sin dudas un ángel.
EliminarUn abrazo.
Creo que Marisol, se sentirá agradecida con el bello poema que le has dedicado.
ResponderEliminarHace mucha ilusión, encontrarse con las personas amigas que hace tiempo que no podemos ver.
Creo que en la historia de mi vieja vecina, se me pasó por alto, que ni en los últimos años le faltó la lucidez. Tenía una buena conversación y mucho optimismo en sus palabras, lo único que en los últimos años andaba con el andador...ya me gustaría conservarme igual que ella y tener la cabeza tan amueblada como la tuvo ella hasta el final.
Besos
Marisol es un encanto de persona, también su marido. Es una suerte compartir la vida con personas así.
EliminarBesos.
Ese gran deseo de que vuelva espero se te haga realidad.Saludos
ResponderEliminarSeguro que sí, Charo.
EliminarUn abrazo.
Muy bonito enhorabuena a ambos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Tracy.
EliminarUn abrazo.
Hola!
ResponderEliminarCon ese entusiasmo en que vuelva; espero se te pueda cumplir sus plantas y vos las necesitan.
Un placer leer tu blog y me voy a quedar para visitarte.
Un abrazo.
¡Oh, qué alegría, Grace! Ganar un lector es un gran premio.
EliminarUn abrazo y bienvenida a este rinconcito de letras.
Hermoso cantar a Marisol. Saludos amigo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra, por tu opinión.
EliminarUn abrazo.