¿Qué más prueba puedo darte?,
¿oyes bien lo que te digo?
En esta porfía sigo
con el fin de enamorarte,
pues nunca dejo de amarte
ni de día ni de noche;
lo mismo te sigo en coche
que andando o en bicicleta,
y aunque sea en patineta,
te seguiré a troche y moche.
Eso es persistencia y lo demás son tonterías.
ResponderEliminarUn abrazo.
Persistencia o cabezonería. No niego no serlo, pero también añado que con los años todo se remansa. En el caso del poema, como sucede en otros géneros literarios, también es ficción.
EliminarUn beso.
Si te trasladaras al siglo XVI podrías hacerle competencia a Vicente Espinel.
ResponderEliminarUn abrazo.
No me atrevería a hacer sombra a los que con toda justicia están en el canon. Sí es cierto que se trata de una décima al estilo de o décima espinela, de ahí el título.
EliminarUn abrazo.
Harto empecinada, y porfiada tu décima. Seguro que ella se detiene para que la alcances. Un abrazo
ResponderEliminarEso espero, Ester, que se apiade del tanto insistir.
EliminarUn beso.
Hola Francisco.
ResponderEliminarPersistente eres, en bicicleta, coche o patineta, hasta el final.
Me había perdido la preciosa pérgola y me encuentro con la hermosa empecinada.
Un abrazo.
Ambar
La pérgola era otro juego distinto con el que agasajar a una amiga muy querida partiendo de su fotografía; en este caso, parto de la forma preestablecida de la décima espinela para mostrar el empeño en lograr el amor. Gracias, Ambar por tu lectura.
EliminarUn beso
Sigue, sigue, que ya sabes que quien la sigue y la persigue la consigue.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Gracias, Elena, por tus ánimos. Ojalá no te equivoques.
EliminarUn beso.
Sonda tendría que estar para no escucharte!.
ResponderEliminarBrindo por tu estupendo poema que me ha arrancado una sonrisa. Con la falta que hace...
Feliz día, querido Francisco.
Besos.
Me halaga tu comentario, Belén, pues no es fácil arrancar una sonrisa.
EliminarUn beso.
Que se lo digan a mi marido. Un año le costó conquistarme. Al final los dos contentos el por haber logrado su fin y yó por la felicidad que recibí al rendirme.
ResponderEliminarUn beso querido amigo.
Así que fuiste dura con él. Espero que luego te hayas arrepentido.
EliminarUn beso.
Me has arrancado una sonrisa !! ¡cuánta creatividad...!! la gripe me tiene medio boba pero tu post me ayudó a salir del malestar. ¡Buenísimo ...!
ResponderEliminar¡APAPACHOS !!
Me alegro que te hayas sonreído conmigo o aunque fuera de mí. Espero que te mejores pronto de esa gripe tan molesta.
EliminarApapachos.
Francisco, esa bella "espinela empecinada" la he vivido en mis propias carnes...Mi marido estuve empeñado en conquistarme y me siguió eL rastro durante 8 años con constancia y tesón...Yo trataba de escaparme por todas partes, pero no lo conseguí...(sonrío)
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso por tu constante superación y buen hacer, amigo.
M.Jesús
¡Otra pécora haciendo sufrir a su enamorado! ¡Ay, qué mujer esta! Gracias siempre por tus comentarios.
EliminarUn beso.
Un buen juego de palabras, eso de perseguir el amor con cualquier medio de transporte ya es amor. El que la sigue la consigue:-)
ResponderEliminarBss y buena tarde de martes.
Gracias, Katy, yo sé que tú eres incondicional.
EliminarUn beso.
Esto sí que es amor, que puedes ir andando hasta el Japón jajaja.
ResponderEliminarMuy simpática esta entrada, Francisco, siempre me sorprendes.
Un beso y feliz día.
Lo que más te agradezco, María, es que sepas leer tan bien mi puntito de humor.
EliminarUn beso.
Tiene música tu espinela y a mí me has hecho sonreír con ella. De veras que me dejas con la alegría de estos versos metida muy dentro. ¡Me encantó!
ResponderEliminarUn abrazo, estimado Francisco.
Ya veo que es unánime la sonrisa en mis lectores, cosa que agradezco. Gracias, Isabel.
EliminarUn beso.
Hola Francisco, eso es amor y lo demás son tonterías, viva el amor si señor:), precioso poema que seguramente a tu querida esposa le habrá encantado, felicidades amigo por eso amor tan bonito que os tenéis:)
ResponderEliminarBesos.
En este caso, Piruja, no es un poema pensado en ella, sino un simple divertimento.
EliminarUn beso.
Bonita décima o espinela. Eso es amor.
ResponderEliminarSaludos
Pues sí, Antorelo, el amor debe ser tenaz.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco, muy simpática esta ESPINELA EMPECINADA.
ResponderEliminarPues también puedes seguirla en globo o con alas :-) El que la sigue la consigue, que no decaiga esa insistencia.
Saludos y besos
Qué pena que no me hayas dado la idea antes, porque lo del globo mola mucho.
EliminarUn beso.
Me encanta el "a troche y moche" final!! Abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias, Zamarat. ¿Y zalamera? ¿te gusta la palabra zalamera? Pues eso deseo que seas con tu pequeño, para que crezca sano y muy amado.
EliminarDos besos.
Se ve que monsieur está en forma! No se conforma con los versos y enamora también en movimiento!
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
Muchas gracias, Madame, por esa forma tan especial de apreciación.
EliminarBisous.
A troche y moche seguimos todos al amor cuando vemos que se nos va, y corriendo si es que aún somos capaces de hacerlo.
ResponderEliminarSimpatica poesía, con pocas palabras dices muchas cosas, no hay que escribir mucho para decir lo que se siente.
Gracías por tu visita y tu comentario, la foto la he subido de internet, dices que te gustan las ramas desnudas implorantes, por eso la elegi para mi entrada, la veía perfecta para ella.
Besos, te deseo lo mejor.
Muchas gracias, Demófila. Es cierto, cuando las palabras son las justas no hace falta decir nada más.
EliminarUn beso.
¿Sabes que me han encantado el final de la espineta? Los dichos populares son categóricos y explican de manera soberbia una idea, como en este caso.
ResponderEliminarUn beso
Sabía, Carmen, que esos dichos le daba un guiño especial y así ha sido a juzgar por vuestros comentarios.
EliminarUn beso.
A ver si cambiando de navegador...
ResponderEliminarEnhorabuena por esa décima émula de don Vicente y de Moratín (Nicolás).
Saludos.
Muchas gracias, Cayetano, por el parangón.
EliminarUn abrazo
A eso le llamo yo un amor sin límites!
ResponderEliminarQue divertida forma de decirlo, Francisco. Me ha encantado.
No hay vehículo imposible para amar, ¿verdad?
:)
Besos.
El amor, Marinel, es un impulso irrefrenable.
EliminarBesos.
Yo perseguiría ese amor en bicicleta, ella me lleva y me trae a diario.
ResponderEliminarAbrazos.
Eso está muy bien, Rafael, hay que ser persistente.
EliminarUn abrazo.