Viejas callejas
—ahora remozadas—
en las que resucitan
los largos pasos pretéritos
y frescura imposible
grabada a fuego
en la fragua de los días.
Todo está en su lugar,
pero casi todos partieron;
todo sigue vivo,
pero en otra existencia
de menor intimidad
y mayor boato:
Alameda de mis paseos,
Avenida de mis juegos y estudios...
¿Qué fue de la Jaula?
¿Qué del cine Rodeo
o la imprenta Rivera´
o el Comercial, o el Sport,
o de Berrocal o de Otal
o de Cintrano, Caracuel, Escolástico?
Mata sigue vivo en su descendencia
y la Encarnación más majestuosa,
y más espléndida,
y más mayestática,
y no tan señero su campanario
desde el oteo
de cualquier distancia,
hoy empequeñecido:
el cemento es opaco,
pero veo, con los ojos íntimos,
lo que abocetan mis recuerdos:
Marbella ayer, hoy, siempre.
Cuando uno se pone mayor, siempre te acompaña la nostalgia. Pero las cosas nunca vuelven a ser como ayer.. Se pierden tantas cosas, cambian tantas otras lo que más se siente son las pérdidas de los que estuvieron caminando la vida con uno . Es la vida .Tú lo has dicho. Se van "con urgencias de cielo" y a mí me gustó tanto la expresión que casi la hice mía.Como dicen mis hermanos brasileros "la saudade no mata, pero duele " ¡APAPACHOS ! :).
ResponderEliminarAunque uno no pretenda parar al mundo, de alguna forma, en el mundo de nuestra memoria se paró el mundo de la niñez y la juventud.
EliminarApapachos.
Te remito a mi comentario de hace dos días... la nostalgia...
ResponderEliminarDe lo que has escrito hoy, maravillosamente como todos lo días, me quedo con los ocho versos que van bajo la ilustración, ¡qué bien dicho está lo que has dicho!, no se puede decir mejor.
Buenas noches.
Admito que los tomes prestados, Tracy, pero no te los quedes que me mutilas el poema. Jajaja.
EliminarBesos.
Muchos cambios, la esencia permanece y el cariño a tu lugar, le brinda la más especial belleza, desde tus versos.
ResponderEliminarUn beso desde mi todavia domingo.
Muchas gracias, Sara, por esa mirada tan limpia como certera.
EliminarBesos.
Por suerte quedan los recuerdos.
ResponderEliminarSaludos
Cuando nos acercamos al final del camnio, pesan mucho los recuerdos.
EliminarUn abrazo
Todo sigue vivo en el recuerdo. De ahí que debamos atesorar siempre los instantes. Para revivirlos cuando nos falta el aliento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que lo que sucede es que al pasear los lugares, lo que añoras son a las personas que ya no están. El caserío casi siempre cambia para mejor.
EliminarUn beso.
Hola Francisco, todo va cambiando poco a poco, pero lo mas importante que son los recuerdos esos siempre están hay y es lo que nos ayuda a seguir, esta claro que añoramos lo bonito que era todo en nuestros tiempos y que ahora con el paso del tiempo y que ahora esa belleza ha decrecido por la modernidad, pero para eso tenemos los recuerdos que esos si que no los cambia nadie.
ResponderEliminarBesos.
He llegado a la conclusión de que lo bonito no era el paisaje de entonces frente al de hoy, sino la lozanía de mi mirada de entonces frente a la mirada cansada de hoy.
EliminarBesos.
Siempre echamos de menos esos lugares que nos acompañaron en nuestra infancia. Porque en nuestro recuerdo también se incluye la escenografía acompañante. Todo cambia. Es algo inevitable. Sólo que da mucha rabia ver que en ese sitio que estaba al lado de la casa de tus tíos, desapareció el entrañable establecimiento que conocías y hay ahora un "macdonal".
ResponderEliminarUn saludo.
Así es, Cayetano, y los cambios suelen ser para mejor en su mayoría; pero los recuerdos están anclado a las personas en el entorno físico: son las personas las que ya no están, son nuestros recuerdos los que siguen vivos en esos lugares evolucionados.
EliminarUn abrazo.
Son los mismos lugares en blanco y negro que alguien coloreó.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Elena, has hecho un comentario muy lírico.
EliminarUn beso.
La vida nada más,Francisco, la vida que como a las personas nos va mudando aunque en esencia somos los mismos...
ResponderEliminarBesos.
Cierto, Marinel, los mismos, pero distintos y añorando la juventud perdida.
EliminarBesos.
Nada se pierde, todo se transforma. Pisamos por dónde ayer otros pasaron y quemaron sus vidas. Mañana pasaran otros que verán con diferente mirada el pasado que hoy contemplamos.
ResponderEliminarBss
Tienes toda la razón, por eso, la verdadera descripción de un paisaje tendría que ser la suma de todos aquellos que la han vivido.
EliminarUn beso.
Ahora si, Francisco...Ahora si "ese niño grande" ha conseguido unir todos los tiempos en un sólo instante y todos los recuerdos en un mismo paisaje...Precioso por la unidad, el equilibrio y la belleza que destilan tu alma y tus versos.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grande, amigo.
Feliz semana.
M.Jesús
¡Cómo me halaga tu comentario! Me haces ver que en el fondo no me basta con pronunciar, sino que espero lo que mis palabras dicen en el otro. Gracias, María Jesús.
EliminarUn beso.
Las ciudades y sus rincones cambian, la gente también, pero es curioso que ese ayer perdura por encima de todas las cosas en la mente de cada uno, haciendo de esas calles pretéritas el paraiso prometido donde las esperanzas y los sueños parecian a punto de tener lugar.
ResponderEliminarUn saludo
Así, Carmen, así. Eso que tan bien describes es lo que ha hecho que mire hacia ese pretérito que siempre nos persigue.
EliminarUn beso.
Hola Francisco,
ResponderEliminarEl único lugar en el que no se hacen efectivos los cambios derivados del tiempo, es el arcón que guarda los recuerdos.
Bellas letras, saludos.
Es cierto, Jorge, a diario cambiamos de opinión sobre esta o aquella materia, pero lo que quedó grabado en la piedra de nuestra juventud, ahí queda para siempre.
EliminarUn abrazo.
Hola Francico, muy bonito lo que dices de tus recuerdos. Afortunadamente cuando los recuerdos no nos abandonan, tenemos una vía de escape para recordar la felicidad que sentíamos en esas calles que tú tan bien recuerdas lo días felices que pesaste por ellas.
ResponderEliminarLa pintura muy bonita.
Saludos y besos
En el fondo, lo que buscamos son los eternos momentos felices, Isa.
EliminarUn beso.
No he conocido esa legendaria Marbella, solía veranear por Fuengirola y desde allí fui un día que otro a visitarla, ya hace bastante tiempo que elejí Cádiz por sus playas y por supuesto que no ahy tanta masificación.
ResponderEliminarAunque has visto mi entrada nueva, esta ha sido previamente programada, me hallo ahora de viaje y no hay demasiado tiempo para conectarse a internet, la mayoría de días acabas agotada. Estuve viendo la catedral de Gerona, que tiene alrededor de 90 escalones para subir hasta la entrada de la catedral y siquieres verla no tines más remedio que hacerlo.
Besos
Las leyendas están más en la mente y en los libros que en la realidad palpable, así que no es extraño que te pasara desapercibida. Espero ese gran reportaje de Gerona.
EliminarUn beso.
Querido Paco, me siento identificada en estos versos cuando visitó las ciudades de mi infancia y juventud:
ResponderEliminar"Todo está en su lugar,
pero casi todos partieron;
todo sigue vivo,
pero en otra existencia
de menor intimidad"...
A veces tengo la sensación de ser espectadora en mi entorno, un entorno que conserva parte del pasado, pero con muchos añadidos que no me dicen nada, transitando entre gente que no conozco, caminando hacia un destino donde esperan los que ya se fueron. Me siento extraña, sin ser de aquí ni de allá. Me alegro cada vez que se salva un edificio antiguo de la ruina, un cine, un comercio tradicional, ...Cuando todo eso desaparece quedamos huerfanos de recuerdos.
Un fuerte abrazo.
Gracias, Chela, por tu detallado comentario y por esa coincidencia, ese estado como de abandono en uno mismo cuando nada es lo que fue.
EliminarUn beso.
Es lógico recodar los lugares por donde uno va pasando la vida. Unas veces es dulce otras no tanto. Creo que el que no recuerda o añora algún momento pasado es como si no hubiese vivido.Un beso.
ResponderEliminarAsí suele ser. Cuando se rememora parace como si volviera a degustar las cosas.
EliminarUn beso.
Todo nos parece distinto de pequeños, de jóvenes y ya de mayores...
ResponderEliminary los recuerdos nos golpean, y las nostalgias...
no hay otra que reincorporar y reinventar lo que ahora nos encontramos ante los ojos. Y disfrutarlo!
Espero que estos días que estáis de marbelleo, los podáis estirar y disfrutar, para luego guardar en la memoria.
Besos y aplausos!
;)
Qué alegría que llegues a mi casa a saludarme, a presentarme tu sonrisa, a mostrarme tu amistad, a decirme: "no te olvido".
EliminarNo sé si he leído tu comentario o lo he inventado, pero me ha emocionado estar junto a ti. Un beso.