Parece ser que el problema de la
vivienda es una constante a lo largo del tiempo desde que eran más las
criaturas que las cuevas donde refugiarse; ha llovido mucho desde entonces,
pero el problema sigue enquistado, si bien en ciertos momentos históricos se ha
resuelto de forma muy diversa. Tras la Revolución, la nacionalización de los
inmuebles que llevó a cabo el gobierno soviético empezó a resolver el
problema de la vivienda de forma
centralizada.
A partir de entonces, la casa no
se compraba ni se alquilaba, sino que era adjudicada por el Estado. Los
burgueses —interprétese aquellos que tenían salón, despacho u otro espacio “innecesario”—
fueron comprimidos al espacio vital: los metros sobrantes se distribuían entre
los necesitados y sus pisos convertidos en komunalkas
o pisos compartidos donde la cocina y el baño eran comunes. Espacios en los
que podían cohabitar una excondesa, un obrero manual y un alcohólico con tres
perros. De forma que en 1917 la población obrera no llegaba al 5% dentro del
Anillo de los Bulevares; mientras que en 1920, por este procedimiento, ya era
del 40%. La consecuencia es que al tiempo que se resolvía en cierta forma el
problema de la vivienda, se llevaba a cabo una gran transformación social.
La única excepción eran los
bloques estalinianos de pisos de lujo que se distribuían entre la nomenklatura, la élite científica y la
artística. Estas casas eran lo contrario a las komunalkas, pero en algo se parecían: no se compartían las cocinas
y baños, pero sí los ascensores y los pasillos. En estas viviendas soviéticas
se concentró a personalidades eminentes. Había casas para músicos, para
científicos, para arquitectos, para militares, para aviadores, para
investigadores. En la Casa de los Escritores, frente a la Galería Tretiakov,
vivió Borís Pasternak y se cruzaba en el ascensor o los pasillos con aquellos
que apoyaron su expulsión de la Unión de Escritores, tras la publicación en el extranjero
(Italia 1957) de Doctor Zivago.
No sé explicar cómo es la
situación de la vivienda en el Moscú actual, pero distante del centro —donde
son muchos los edificios de gran valor artístico y ornamental—, se ven
numerosos edificios rectilíneos, de quizás una veintena de plantas, cuyo
aspecto se asemeja a una colmena, donde imagino la vida tan hacinada como ese
tiempo soviético que describe Tatiana Pigariova en Autobiografía de Moscú.
Moscú debe ser distinto política y socialmente. Pero los edificios con gente hacinada es igual ya en cualquier parte del mundo. Por una razón de espacio y de pesos estamos convirtiendo nuestras viviendas en palomares
ResponderEliminarUn abrazo
En Moscú, pequeños los pisos y muy caros los alquileres, como ya sabrás.
ResponderEliminarLos piso realizados serían similares a los que por aquí hizo el régimen de Franco, siendo en uno de esos pisos donde yo nací.
ResponderEliminarUn saludo
No difieren en nada esas colmenas de las que como dice Emilio Manuel hizo el tío Paco en los años 50 y 60. Solo tienes que darte una vuelta por algunos polígonos sevillanos (Hay quien los llama "polígamos" y "polínganos"): léase San Pablo, Los Pajaritos, las Tres Mil...
ResponderEliminarUn saludo.
La diferencia estriba en que en esos pisos parecidos a los que aquí se construyeron, en los que habitaba una familia, allí lo hacían varias, como bien ha dicho Francisco, compartiendo cocina y baño. Una familia, una habitación. Yo no sé en Andalucía, pero aquí se construyeron muchas casas unifamiliares, con corrales o patios, los pisos fueron de no muchas alturas y dignos y el patrón era el mismo para todos los pueblo que yo conozco. En los cuarenta años de dictadura no todo fue tan nefasto. Yo viví con mis padres y mi hermano en una de esas "casas baratas" con dos plantas, y tenía cuatro habitaciones, un salón, cocina, despensa, baño y un corral de unos 70 m2. en el que había dos graneros. Creo yo que comparar esto la situación de la Unión Soviética es ser muy generoso con ella. Un saludo desde mi mejana
ResponderEliminarComo dicen los demás comentaristas por aquí también se construyeron pisos de ese estilo, y la gente pasó de vivir en un par de habitaciones con cocina, baño y patio comunes a tener su propio espacio.
ResponderEliminarSaludos Fco.
.... y te acuerdas cuando no se compraba y se realquilaban habitaciones???? la idea de comprar ni se tenía... si había algo era por herencia.... familias apiñadas en pisos y todo el mundo sobrevivía.
ResponderEliminarAhora comprar es una locura por lo que vale... demasiados euros porque puentes de 3000 años con riadas no se caen y ahora casas y puentes de 40 años se van al suelo... así construyen de mal!!!!! los alquileres por las nubes... QUE SE VA A LIAR!!!! Unos países por detrás de otros... la historia se repite. Besos cariñosos primo!!!!
¡Oh! Qué fantástica demostración de socialismo puro aquella en la que algunos compartían el uso de los ascensores.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Francisco,estamos todos iguales, por aquí pasa eso y mucho mas,hace un tiempo en mi pueblo se empezó a construir un barrio con casas para la mejora habitacional y evitar el hacinamiento de familias.Hoy visite a una amiga que fue beneficiada con la propiedad, es hermosa, cómoda y de buenos materiales, pero siempre es algo a cambio de algo, ella es unas de las pocas del pueblo que la obtuvo,(tampoco es gratis, hay que pagar en cómodas cuotas, pero hay que pagar) el resto es gente de otra cuidad que viene con promesas a cambio de un voto.Como duelen estas cosas y ahora se están hacinando en el nuevo barrio, ya que hay casas de mas de ocho habitantes.Y tengo mas pero para que contar, mas me indigno...
ResponderEliminarSaludos!
Hola Paco, muy buena tú cronica de las viviendas en Moscú.
ResponderEliminarParece que las ciudades se hacen copiandose unas de otras.
En todos los lugares habrá edificios para persona pudientes, y edificios para personas más humildes. Otros viviran en chabolas, otros bajo los puentes, etc,...
Yo pensaba que con el comunismo todos vivían igual, pero con lo que cuentas veo que también hay diferencia de clases.
En todos los sitios cuecen habas.
Saludos y un abrazo fuerteeeeeeeeee