La Virgen del Pilar
dice
que no quiere ser
francesa,
que quiere ser
ojeneta
y procesionar su
feria.
En
Ojén se da la peculiaridad de iniciarse la feria con la procesión al santo
patrón, San Dionisio Aeropagina, y se cierra con la procesión de la Virgen del
Pilar, Fiesta Nacional de España —antes Día de la Hispanidad— y patrona de la
Guardia Civil. Parece ser que lo de Día de la Hispanidad no es ahora políticamente
correcto, de modo que los acontecimientos, dada la riqueza del lenguaje, se
adaptan a los tiempos como los vestidos a la moda. Sea como sea, el Día del
Pilar ha sido muy significativo en mi vida desde que tengo uso de razón y lo
sigue siendo también a estas alturas de la vida.
Ahora
hace un año que la Virgen del Pilar hizo que Liova y yo entráramos en familia y
desde entonces somos primos muy queridos; tan queridos que no lo somos de
consanguineidad, sino del corazón, por voluntad de las partes, y eso es un
regalo que me ha dado muchas satisfacciones a lo largo de todos estos días.
Como ligazón de todo ello, la leyenda que lleva en la peana la imagen que se
venera en mi pueblo y de la que ofrezco un detalle.
Ayer,
cuando hacía los preparativos para este largo fin de semana, me acerqué al
cajero, puse la tarjeta y le pedí que me diera lo suficiente para pasar estos
días; asombrosamente no me puso pegas y todavía me preguntó si quería otro
servicio complementario, a lo que asentí pidiéndole el saldo y los últimos movimientos.
Cuando tuve en mi mano el estado de cuentas me dije que le quedan al mes dos
tercios y hay que aminorar la marcha; así que imbuido en tales pensamientos me
alejé del cajero habiendo puesto a buen recaudo el dinero sacado. Cien metros
más adelante oí unos pasos que se me acercaban presurosos y unos sonidos guturales que al volverme me
hacía gestos; era la señora que hacía cola frente al cajero detrás de mí esperando turno, quien
blandía mi tarjeta en la mano emitiendo unos sonidos intraducibles: es
sordomuda y no podía llamarme a gritos. Me puso en mis manos mi tarjeta de
crédito y una sonrisa; también por gestos, le di las gracias y le besé sus honestas
manos en señal de agradecimiento.
Hoy
acaba la feria en Ojén y volverá a procesionar la Virgen del Pilar por las
calles del pueblo; en esta ocasión no me encuentro allí, aunque sí festejando a
otra Pilar, mi querida Pili, que hoy contrae matrimonio en Sevilla, y a quien
deseo una rica vida en común: en las alegría y en las penas, en la escasez y en
la abundancia, en la salud y en la enfermedad, y así por todos los días de sus vidas.
¡Felicidades,
Pili y Jorge!
Te deseo un feliz día de la Hispanidad, ya ves, como en mi familia no hay Pilis, yo celebro el día de la Hispanidad, aunque ahora no se lleve.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Con esta fiesta siempre he tenido sensaciones muy encontradas.
ResponderEliminarSaludos
Creo que el nombre oficial de este día es Fiesta Nacional de España y Día de la Hispanidad, así que nos podemos quedar con la parte del nombre que más nos guste. Lo curioso es que en muchos países americanos le siguen llamando Día de la Raza, eso que aquí ya nos parece tan políticamente incorrecto.
ResponderEliminarHay muchas palabras que actualmente no son políticamente correctas: ni día de la hispanidad, ni el nombre de España y muchísimo menos la "españolización", tan denostada en las últimas horas. No quiero decir nada de la utilización de la bandera nacional, se puede utilizar cualquiera que a uno le venga en gana menos esa, esa solo la utilizan los "fachas". Vaya, me ha salido un comentario un tanto nacionalista. Aunque yo no sea primo de Liova, también tengo la satisfacción de contarla entre mis amigos. Felicidades a los nuevos esposos. Un saludo desde mi mejana
ResponderEliminarBuenos días primo!!!! Gracias por tus cariñosas palabras, gracias por regalarnos cada día unas letras, gracias por tu amistad, gracias por rendir homenaje a esa placa de la virgen del Pilar de Ojén. Que pases un feliz día del Pilar y a festejar el amor de esa unión.
ResponderEliminarMuchos besos cariñosos.
pd. (Cuidadín con las tarjetas y con los cajeros)
Hay cosas que no dejan de ser lo que son, se les haya llamado, se les llame ahora o sean llamadas en el futuro. Lo importante son los hechos no las palabras.
ResponderEliminarUn saludo.