El almanaque suele ser un tirano
que preside la pared desde la que nos observa, vigila y hasta nos acusa de las
promesas no cumplidas, de los plazos y sus prórrogas, de lo soñado e
inmaterializado; pero también nos habla de los acontecimientos,
fundamentalmente del ciclo de aquellos que se producen siempre en las mismas
fechas. Por eso, del 9 al 12 de octubre, ya pueda estar mi cuerpo en el lugar
más apartado de la tierra, en el más paradisíaco o mundano, con grandes adversidades
o rodeado de todos los placeres, mi mente y mi corazón están por esos días en
Ojén.
Decía Ramón Llull que: “el amor
nace del recuerdo, vive de la inteligencia y muere por el olvido”. Mis
circunstancias me han hecho vivir más tiempo fuera que dentro de Ojén, pero mi
memoria hace que perviva en mí para siempre aquella lejana infancia y juventud
donde cada uno de los rincones de mi pueblo, su blancor, sus aromas, sus gentes,
no me han abandonado nunca y con todos ellos hago una amalgama en la que seguir
estando en Ojén a capricho en todos los instantes fundamentales, como ahora en
el caso de la feria.
Mi pueblo me hizo el honor de
nombrarme pregonero de feria en 1993, siendo teniente de alcalde y delegado de
fiestas mi recién desaparecido amigo Juan Sánchez, que Dios guarde en su divina
presencia. Como quiera que la feria llega siempre en el comienzo del otoño, es
frecuente que la visite la lluvia, con el deslucimiento consecuente. Por eso,
en aquella ocasión pregoné, y también hoy, la siguiente plegaria:
San Dionisio
Aeropagita,
tú que en
Atenas naciste
—allá en la
lejana Grecia—
y que al
Aerópago, tu barrio,
le debes el
sobrenombre;
te pido que no
nos falte
aunque tampoco
nos sobre.
Tú, que de la
iglesia primitiva
fuiste filósofo
cumbre,
—hermoso a los
ojos de Dios—
deja que por
estos días
con fuerza el
sol nos alumbre.
Con fervor te
lo pedimos:
Haz que el
cielo no se nuble
. . .
En un pregón ya sabemos que se
trata de cantar los amores y emociones de aquello que se celebra y decir
fundamentalmente lo que la gente quiere escuchar. En mi caso fue así, pero
también un sentimiento profundo que hundía sus raíces en el amor a mi pueblo, trayendo
a la memoria, como hoy, mis vivencias infantiles, el baile en la plaza, los
juegos y esa fiesta que era largamente esperada de año en año, cuando las
oportunidades de diversión eran bien escasas. Un año más no puedo pasar estos
días en Ojén como me hubiera gustado, pero vivo en la distancia el bullicio de
mis paisanos, a quienes deseo una feliz feria.
No se porqué los días de fiesta en el pueblo son siempre nostálgicos por muy a gusto que te encuentres en otro lugar.
ResponderEliminarUn beso
Seguramente porque nos saben a poco y quisiéramos que el ciclo de espera no fuera tan largo.
EliminarBesos
Hola Francisco...muy bueno el pregón, con un mensaje concreto y musical...también me gustó conocer parte de la cultura del lugar donde has crecido. Siempre es un gusto leerte. Recibe un fuerte abrazo.
ResponderEliminarNo es lo que digo o cómo lo digo, sino la forma de oírme la que hace musical mis palabras.
EliminarUn abrazo
Hola amigo, bello lo que compartes. Me gustan las ferias, de niña siempre iba a todas las de mi pueblito natal, .... Cuidate.
ResponderEliminarYo en cambio no soy muy amante de la feria, pero la de mi pueblo me puede y me tiene durante todos estos días pendiente de ella.
EliminarAbrazos
Es lógico que tu sentimiento y tu alma esté en Ojén, en tu pueblo, aunque físicamente no puedas estar. A mí me pasa lo mismo con el mío, Francisco: la nostalgia o la melancolía... Abrazos cordiales.
ResponderEliminarTengo otras rarezas, Paco, pero este sentimiento pueblerino sé que es común a muchas personas, por eso me atrevo a exteriorizarlo.
EliminarAbrazos
Te entiendo, yo casi siempre "estoy" en Nueva Carteya a pesar de estar en Córdoba, mucho más en las fiestas.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Nos podíamos pasear de la mano y hablar de nuestras nostalgias pueblerinas, ¿no te parece?
EliminarUn abrazo
Puedes con todo y lo haces muy bien, Francisco.
ResponderEliminarUn abrazo
Entonces debo ser un todo terreno, Antorelo. No tanto, esa es tu forma de mirarme.
EliminarUn abrazo
Gracias Francisco por acercarnos una vez más a tu querido Ojén, un precioso pueblo al que rindes siempre tu mejor homenaje. Un pregón sublime.
ResponderEliminarUn abrazo
Hoy no haría el mismo pregón, si bien hay un poso de vivencias que son inamovibles a mi memoria. Gracias por tu apreciación.
EliminarAbrazos
Hola Francisco soy sobrino de tu hermana Isabelita y Paco, vivo en Sevilla mi correo es clauped@gmail.com, hijo de Paca la Chato que estudiamos en Madrid. Vivimos en C/ Sierpes, 46 - Me gustaria ponerme en contacto trabajo en el Ayto de Coria un saludo Pedro. mi tfno 656582701
EliminarY te acuerdas de esa Virgen del Pilar que nos unió???? Besos primo!!!
ResponderEliminary una feliz feria aunque este año tampoco puedas asistir.
Por supuesto que sí que la recuerdo. Este verano, cuando estuve allí, me acerqué a ella y te hice presente. No puedo olvidar que ha sido ella quien nos ha unido.
EliminarBesos
Se nota que llevas el pueblo de Ojén en las venas. Espero que tus paisanos disfruten de la feria.
ResponderEliminarSaludos.
Tengo la suerte que mis paisanos me reconocen como ojeneto de pro que, en su sencillez, hace y dice cuanto puede de su pueblo.
EliminarUn abrazo