A mi hijo Carlos
Te lo he dicho con lluvia, con viento,
con sol extremo y arrebatador,
en la penumbra del alumbrado público
y a pleno día, cuando las sombras sestean.
Te lo he dicho en todo los meses,
en todos los climas y en todas las estaciones
a lo largo de tus cincuenta años.
No. No me corrijas, también cuento el embarazo.
Te lo he dicho en el ardor de la fiesta,
en los momentos de gozo y complacencia
y también en medio de los quebrantos,
cuando eras un niño y cuando muchacho.
Te lo he dicho con palabras y gestos,
con expresiones silenciosas y admirativas,
con todo mi poder y con mi nada.
Te lo he dicho y te lo repito mil veces:
para mí eres más que genuino, único.
Por mil veces que le repitamos las cosas a nuestros hijos, no lo creen, para nosotros si que son únicos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Será cuestión de hacernos repetitivos hasta la saciedad, Emilio.
EliminarUn abrazo.
excelente reflexión
ResponderEliminarsaludos
Si eres padre, Carlos, seguro que lo entiendes y lo compartes.
EliminarUn abrazo.
Sólo un buen padre puede escribir algo tan bello a su hijo. Saludos
ResponderEliminarCharo, un buen hijo lo merece todo.
EliminarUn fuerte abrazo.