20 noviembre 2024

A LA CAÍDA DE LA TARDE

 


De aquella lejana niñez

guardo estampas que acabaron

haciéndose paisaje en la memoria.


Próximo a la caída de la tarde,

cuando el sol era triste despedida

y se acababan los juegos

y volvía a casa, entonces,

y solo entonces,

media docena de barcos o más,

se hacían a la mar

con la esperanza de volver al alba

y alcanzar los sueños en la subasta.


Remos, velas, faenas y aparejos,

buena o mala mar,

buena o mala suerte,

y al alba, entristecidos o ufanos

a rendir su oferta en la porfía

y descansar,

para volver a la tarea de nuevo

a la caída de la tarde.

8 comentarios:

  1. Recuerdos que permanecen y otros olvidados.
    Un abrazo.

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    1. Es cierto, a estas alturas hay cosas fijadas en la memoria y otras que andan en fuga.
      Un abrazo.

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  2. Hay vivencias que siempre permanecen en nuestros recuerdos.Saludos

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    1. Sin la menor duda. Y esto lo recuerdo como un esfuerzo sobrehumano y rodeado de mucho riesgo.
      Un abrazo.

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  3. Una hermosa evocación a los recuerdos de ayert
    Un abrazo

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  4. Tremenda tarea en la noche frente al mar...Tus versos lo recuerdan y eternizan. ..Muy bueno, Francisco.
    Mi abrazo siempre, amigo poeta.

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