14 noviembre 2024

CARA DE DESEO

 




Tenía cara de deseo,

pero jamás exteriorizaba sus pensamientos;

a pesar de ello, no se veía mortificada

sino contenida. Aguardando

una espera que no llegaba a satisfacer.


Rozaba la angustia como se rozan

los desajustes, con sonido metálico,

pero al tiempo, de su mirada derramaba

un surtidor de sueños contenidos

que antes o después verán la luz.


Como hay ángulos que imploran el complementario,

en ese deseo inconfesado

estaba aprisionada una aventura

que ni siquiera había entallado en sus manos

y que se prometía cargada de esperanza.

9 comentarios:

  1. Si el deseo no llega a exteriorizarse, puede llegar a pudrirse.
    Un abrazo.

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    1. Tienes razón, Emilio, los sentimientos son para exteriorizarlos.
      Un abrazo.

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  2. Todo aquello que se calla y se sufre en silencio sin salir al exterior puede provocar gran daño físico y psíquico. Lo mejor para la salud es tener a alguien con quien desahogarse. Saludos

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    1. No cabe la menor duda, Charo. Pero también conviene acertar con qué persona sincerarse.
      Un abrazo.

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  3. Solo la cara de un niño expresa limpiamente el dese o al menos eso pienso yo.

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    1. Yo también lo pienso y es por eso que lo he ilustrado con una chica jovencita.
      Un abrazo.

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  4. Como la cara del niño en espera de su bicicleta en Navidad. Esa ilusión o anhelo inocente que ilumina todo el rostro y hace destellar los ojos. Me gusta esa versión más que el deseo hacia alguien.
    Abrazos.

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    1. Me gusta, Sara, ese deseo inocente que permanece por siempre desde la infancia.
      Un abrazo.

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  5. El deseo suele ir unido a la ilusión por la vida, por lo nuevo por conocer, por la experiencia que ello supone...Es bueno mantener esa ilusión constante de vida, que nos permite seguir aprendiendo y superándonos.
    Mi abrazo siempre, Francisco.

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