22 noviembre 2024

NO MUERE NUNCA

 



El amor no muere nunca,

como no muere la codicia en el avaro

o muere el hambre transitoriamente

para renacer poco después.


Muere la apatía, muere la desidia,

muere el desinterés, muere la pereza

y muere todo lo transitorio,

cuando deambula y se asoma al barranco

donde se agravan los efectos de la gravedad

como suma negativa

que hace imposible volver a elevarse.


El amor no es cosecha terrena,

no germina en un laboratorio

ni se cultiva en invernaderos

sino en lo cotidiano de la vida.


Es una herida dulce en el alma

y no hay ciencia ni patólogo

que pueda liberarla ilusamente,

como tampoco es posible

diseccionar cuerpo y alma

y hacer de una dos unidades.

Tampoco es posible suturarla

y correr el velo de negra sombra

por el que se despeña el desamor

y cuyo traumatismo dura por siempre.


No, el amor no muere nunca,

si en verdad es amor inmaculado.

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