Y de súbito
se manifestó la alegría
como agua al borde de la
cascada,
como dádiva del cielo
largamente esperada y
ansiosa.
Y fueron las risas
las que adobaban los abrazos,
y fueron los besos
la banda sonora y sentida
de lo dilatado en el tiempo;
le siguieron los arrumacos,
los juegos y las caricias
rematada en dulce merienda.
He perdido la cuenta,
pero pasaba de cincuenta
días
sin verlos en esta larga
cuarentena,
este temblor de la espera,
estas voces cansadas
de usar el teléfono sin
tacto.
No hay emoción más intensa
que un reencuentro
con los más pequeños de la
familia, los nietos.
Me imagino que ver a los nietos debe ser muy gratificante. Yo, como no soy abuelo, me conformo con el resto de la familia. Cuando toque.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Los nirtos son hijos rejuvenecidos, juguetones y mimosos, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Mi niño todavía no ha podido abrazar a sus abuelitos porque aquí seguimos en fase 0 y nivel rojo hasta esta semana. Por si esto fuera poco, mi suegro es persona de riesgo, así que no sabemos cuándo podremos ir a visitarle.
ResponderEliminarUn saludo
Nosotros nos hemos tomado una semana larga después de lo permitido, pero es indescriptible.
EliminarUn abrazo.
Me alegra mucho que los hayas disfrutado.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias, Amapola.
EliminarBesos azules.
Ayer, tras dos meses sin ver a nuestros nietos, pudimos abrazarnos y besarnos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hemos coincidido en el día, Emilio.
EliminarUn abrazo.
Qué bueno que ya se ha dado ese encuentro. Felicidades. Me alegro mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchísimas gracias, Sara.
EliminarUn abrazo.
Me alegra, Francisco, ese reencuentro. Yo, aún espero el regreso de abrazos y de sonrisas... ya vendrán.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aunque lo imagines, te sorpenderán tus criaturas, Rafael.
EliminarUn abrazo.
Que suerte, yo todavía sigo sin ver a ninguno de mis seres queridos y con uno en especial estoy seriamente preocupada...lo vivo en soledad.Saludos
ResponderEliminarEn el fondo, tampoco hemos disipado las preocupaciones. Esto ha sido un respiro.
EliminarUn abrazo.
La vida empieza cada día y nos trae nuevas sorpresas y alegrías, ya era hora, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo y disfruta de familia, nietos y amigos.
Dices muy bien, María Jesús, cada día trae su afán y nos debemos disponer a acatar lo que cada día nos trae.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. Me alegro mucho que por fin hayas podido verlos y abrazarlos. La alegría y la esperanza han ido de la mano.
ResponderEliminarAbrazos
Ha venido de sus manos la alegría que dormía su espera.
EliminarAbrazos.
Comprendo tu alegría, yo tengo familiares que tardaré en ver. Las comunicaciones entre provincias aún no están permitidas.
ResponderEliminarBesos
Así es. Yo tengo a mis hermanos en Madrid y a mis cuñados en Málaga y aunque nos vemos por videoconferencia, todavía tardará en que nos veamos.
EliminarBesos.
Que emoción!!!
ResponderEliminarYo todavía no puedo estrujar, a mi nietecita de 1año y medio. Ya corre, remeda, juega, da abrazos fuertes, baila, hace ejercicios con su mamá y yo sin gozar de sus mimos.Te felicito Francisco. Un abrazo, añadido al jolgorio de tus nietos.
La emoción es indescriptible, Ceciely. Los míos tienen 8 y 14. Ayer me sorprendió que el mayor ya me ha alcanzado en altura.
EliminarUn abrazo.
Me emocionado al leerte.
ResponderEliminarLos tuyos es que están en la provincia ¿no?
Yo hasta la última fase no podré verlos, uffffffffffffff
Me alegro infinito y no pares de besarlos.
Efectivamente, a tan solo 10 minutos en coche. Con un poco de firmeza y de esperanza, todo se pasa. Te espera una gran fiesta.
EliminarUn abrazo.
Me alegra que ya puedas abrazarlos, los nietos nos dan alegrías que necesitamos. Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarLos nietos son como hijos renacidos, toda la ternura del amor.
EliminarUn abrazo, Sandra.