Las primeras luces de la
aurora
y todavía pareciera que la
vida no ha despertado;
en el silencio, el rugir de
un vehículo a motor
y el rumor de un
pulverizador
de algún producto de limpieza:
la ciudad duerme, pero los
desvelos
velan por la integridad de
sus vecinos.
Hay un espacio holgado para
los muy exigentes,
para quienes el todo se
parece a la nada
y el mucho a lo ineficaz e
insuficiente,
para quienes cuenta más la
cabeza del líder
que hacer las cosas con
cabeza.
¿Por qué yo no? ¿Por qué los míos no?
Ahí seguimos, repitiendo una
y otra vez
la tabla del nueve, sin
dilucidar
otros objetivos que las
cuatro reglas,
en especial la suma y
multiplicación
que a mí me acomodan y afectan.
Es tiempo de mascarillas y
prudencia,
tiempo de velar por el otro,
de compromiso fraterno y
social;
pero al parecer todavía no
toca
sino el ansia de volver a la
normalidad
por cualquier atajo, a pesar
de que es posible que nunca
más se llegue.
Hay gente que tiene demasiada prisa. Mucho descerebrado con derecho al voto y al pataleo que pone en riesgo con su actitud a los demás.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco. Feliz domingo.
No he entendido que tu Comunidad se sienta agredida por la protección de las vidas. Algo se me escapa que no intelectualizo.
EliminarUn abrazo.
Llevas mucha razón
ResponderEliminarMuchas gracias, Tracy.
EliminarUn abrazo.
Qué bien lo expresas. Por mi zona no hay pulverizaciones más que las nuestras, medidas de precaución más que las nuestras y eso que por mi zona se añade el Dengue, cualquier bicho que vuela nos inquieta aunque no sabemos si es uno u otro. Vuelvo al principio: Qué bien lo expresas. Gracias por tus versos. Abrazo
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Rosa María, por tus palabras de estímulo.
EliminarUn abrazo.
Toda precaución es poca. Yo salgo lo necesario y cuando tengo que comprar.
ResponderEliminarBesos
Haces bien, no podemos confiar en que ya está todo superado.
EliminarBesos.
Para mí ya no es posible una normalidad en mi vida.Saludos
ResponderEliminarUn día alcanzaremos la normalidad, eso espero; pero esa normalidad no será aquella que conocemos sino otra distinta.
EliminarUn abrazo.
Tiempo de gran solidaridad, solo así podremos.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
En todo mal hay algo positivo y en este la solidaridad es lo más destacado.
EliminarUn abrazo.
Creo que tardaremos en volver a la normalidad, pero hay que tener fe y saludar el nuevo día con alegría en casa. Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarCuando contemos con la vacuna y sea efectiva, habremos dado un paso importante, pero para entonces no serán las cosas como fueron. Imagino cambios sustanciales.
EliminarUn abrazo, Sandra.