En la roca duermen apacibles
los granos de arena que
sueñan
en el día de la liberación,
mientras creen oír el crujir
estructural
de su ser pétreo
diluyéndose como granos de
sal
en el batir de las corriente
de agua.
En la prisión preceptiva
de este confinamiento,
donde todos hemos rendido
nuestra voluntad
en pro de la preservación
del otro
y cuando las estadísticas
son decrecientes
en contagios y
fallecimientos,
no nos conformemos con ser
cantos rodados
y colmémonos de sabia
espera.
Un día lejano, en la
placidez juguetona
de las arenas de la playa,
─confidencia o sueño─
oí el devenir de aquellos
granos acariciantes
y comprendí que mis actos de
hoy
dibujan el croquis de vidas
venideras.
Todo fluye. Nada permanece.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
La vida es evolución y cambio, amigo Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Con lo que están inventando los Ayuntamiento para mantener la distancia social, no se como vamos a ir a la playa, va a ser peor que jugar a una gincana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quienes tenemos la playa memorizada llevamos una gran ventaja y hasta podemos disfrutarla sin necesidad de meternos en tales apreturas.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. Precioso el poema. Así es cada acción de hoy, de estos días contará para lo que pueda suceder días posteriores. Paciencia y paciencia que lo más importante es la esperanza el poder disfrutar con todas nuestras familias.
ResponderEliminarAbrazoss
Muchísimas gracias, Isa. No te imaginas lo que para mi representa que valores mi trabajo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Perspectiva, prudencia y esperanza en tu poema, Francisco.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz fin de semana,amigo.
Muchas gracias, María Jesús. Un poco de cada cosa, como muy bien señalas.
EliminarUn abrazo.
Nuestros actos presentes van a influir en esos días y vidas venideros.Este año al igual que el pasado seguro que tampoco podré ir a la playa pero bueno pasar el verano en casa tampoco es una tragedia y se puede estar muy bien.Saludos
ResponderEliminarA estas alturas no sabemos qué sucederá en unos meses, dadas las circunstancias, pero estamos vivos y estamos sanos como para poder valorarlo y reflexionar sobre ello.
EliminarUn abrazo.
Allá nos estará esperando esa playa con sus arenas más limpias que nunca y ese mar de aguas cristalinas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguro que sí, Rafael, como también lo están los cielos al ser menos agredidos por nuestra polución.
EliminarUn abrazo.
Este confinamiento, nos aleja aún más del mar. De momento, aún no se puede viajar entre provincias y cuando se haga en unos meses, será dificíl con el distancimiento encontrar un sitio en la playa.
ResponderEliminarBesos
Lo más importante es reconocernos vivos y valorar que hemos logrado escapar de la pandemia. Si no hay rebrotes, si entre todos conseguimos frenarla, es motivo más que suficiente como para mostrarnos agradecidos.
EliminarBesos.
Favorablemente tuvimos las opoeetunidades de conocer muchos sitios lindos y entonces no cuesta esperar el tiempo que sea necesario. Porque cuando queremos solo activamos la evocación y todo ae logra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes razón, el poder de la evocación es infinito, Sara.
EliminarUn abrazo.
"Colmémonos de sabia espera".
ResponderEliminarSi podemos.
Es una necesidad de este tiempo, de la que muchos adolecen.
EliminarUn abrazo.
Todavía hay que esperar, la vida sera difícil después de esto o con esto, porque no se si se quedara para siempre..... Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarMirando hacia atrás en la historia, todas las pandemias se han superado, pero todas ellas han dejado una negra estela detrás.
EliminarUn abrazo, Sandra.