Con estos mismos labios
que hoy son tibios
y llegado el invierno se
amoratarán
de frío,
con estos mismos labios
hicimos amasijos
de tu carne y la mía;
fuego que se fue atemperando
con el pasar del tiempo,
levadura dormida
que no levanta pasión
y sí mucha ternura.
El tiempo hace que las brasas se conviertan en rescoldo.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Es imposible mantener ése fuego vivo y por siempre...
ResponderEliminarhay etapas y el tiempo suele marcar sus pautas.
Un abrazo
La ternura es la garantía de que el amor estuvo vivo en todas sus etapas y seguirá vivo hasta la eternidad, Francisco.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz finde.
Así, así, amigo Paco!
ResponderEliminarFelices tu Pepita y tú.
Besos cariñosos para los dos.
;)
La ternura es tan importante cómo la pasión, es el amor sincero de toda una vida.Saludos
ResponderEliminarPorqué dejar apagar esa chispa tan necesaria para la vida!
ResponderEliminarHasta que se encuentre la fórmula deseada... hay que quedarse con la ternura y reinventarse la felicidad.
Un abrazo Francisco
Cuanta ternura y amor en tus versos amigo Francisco. Que esa ternura cada día se acentué mas. Saludos.
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