A pesar de la distancia
preceptiva,
seguimos vinculados de por
vida:
en la mueca que hace el vaho
del espejo,
en el sabor del último beso,
en el aroma inconfundible de
tu cercanía,
en tus manos juguetonas y
atrevidas,
en el mohín de tu boca
contrariada,
en el incendio que tu
sonrisa provoca,
en el deshielo de tus
lágrimas,
en la impaciencia que me
urge a todas horas,
en el duermevela de tu
sombra constante,
en el dulzor con el que me
nombras,
en el ardor de mis brazos al
rodearte,
en el caminar decidido con
el que te acercas,
en el festival que nos
aguarda cualquier día,
en el arranque cuando te
abro los brazos…
En esta espera interminable,
sueño constantemente
con volver a abrazarte,
querido nieto.
Tenemos "mono" de seres queridos. Yo, como no tengo nietos, tengo ganas de ver a mi hijo el pequeño, que hace ya dos meses que no lo veo.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Pues así se echan de menos a los que tenemos lejos . Parece que pronto podremos hacerlo ,o por lo menos eso dicen .
ResponderEliminarUn abrazo.
Hermoso y triste, Francisco. Yo tampoco puedo ver a mis nietos. En julio seré bis-abuela y no podré ver a la niña. Tengo pasajes para el R.U., España y otros países, pero todo ha quedado en veremos...Tu poema expresa lo que siento, aunque a mi marido lo veré en el Cielo, si es que Dios me lo permite. Abrazo y cuídate.
ResponderEliminarLa añoranza de un abrazo y unos besos, se hacen patentes en estos días extraños que nos toca vivir. Preciosas palabras a tu nieto-
ResponderEliminarSaludos
Mi madre tiene una gran suerte de vivir con nosotros y con su nieto. No ha tenido que sufrir esta larga espera sin verle.
ResponderEliminarUn saludo y ánimo, que seguro le verás pronto
Falta muy poco para poder hacerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bello poema Francisco, aunque triste por la melancolía de esa falta de abrazos y besos.
ResponderEliminarSeguro que pronto podrás abrazarles
Abrazos. Cuídate mcuho.
No puedo imaginar el sufrimiento. Es triste, pero ya falta menos.
ResponderEliminarDespués toda la vida para estar juntos.
Un abrazo querido Francisco.
Menos mal que por lo menos, estamos en contactos y nos vemos a través de una pantalla.
ResponderEliminarBesos
No me hables de nietos que me desmorono.
ResponderEliminarEspera interminable, Francisco, para volver a verlos correr desde la esquina hacia nuestros brazos abiertos... cuando vienen de visita.
ResponderEliminarUn abrazo.
Triste y sentido poema, pero ya falta menos para ese gran día. Saludos amigo Francisco.
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