Ahora que el encierro no es
tan limitado,
que hay horario para el
paseo
y hasta los más osados
encuentran ocasión de
manifestarse,
es oportuno retomar el
nombre de las cosas;
vuelve a tener sentido
que hoy sea sábado
y mañana fiesta de guardar.
Cuando la mañana es tan
oscura
como su sucesora la noche,
cuando el reloj es un
continuo
que gira sin encontrarle
sentido a lo que hace,
─como el burro en la noria─
es lo mismo llamarle a la
mañana martes
o tan identificativo y
amorfo como que sea jueves.
El nombre da el carácter del
ser a cada cosa
y así la mar no es río por
su anchuroso espacio,
sino porque se mueve con
salero y a ritmo
de olas que mecen las masas
como un coreógrafo.
En la calle vuelve a ser
lógico orientarse
por los puntos cardinales y
hasta ponerle
nombre a los vientos para
identificarlos;
ahora, en medio del gentío
irrespetuoso,
necesito llamarte por tu
nombre
y dejar el pronombre
como muletilla del
agotamiento.
Se me ha desgastado tu
nombre
en el trajín doméstico de
tanta cercanía,
pero hoy, como ayer,
necesitamos recuperar los
modos
que antaño nos trajo
a esta edad en la que nos
hemos instalado.
La suerte de alcanzar cierta edad es que casi todo da igual, a nuestra edad, al menos la mía, más que buscar horizontes ya conocidos, vagamos en busca de la sorpresa en un mundo donde ya se encuentran pocas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esa es una buena actitud, Emilio, la cual comparto.
EliminarUn abrazo.
Espero también que hayas recuperado la buena costumbre de los paseos. Aprovecha antes de que llegue la calor.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
La mejor recuperación es que ha vuelto mi fisio y me ha apaleado tratando de recomponerme. Ya ha llegado el calor, mas no "la caló", pues hoy llegaremos a los 36 sin sobrepasar la barrera de los 40.
EliminarUn abrazo, Cayetano.
Poco a poco, espero, iremos retomando nuestras vidas y el confinamiento habrá sido sólo una pesadilla encerrada entre los muros de la memoria.
ResponderEliminarUn beso
¡Qué lindo, Carmencita! "En los muros de la memoria" se merece una glosa lírica. Eres mucho más que historia y legajos. ¡Enhorabuena!
EliminarUn beso.
Al principio de la pandemia, dijimos que, cuando acabara, nada iba a ser igual. ¿Realmente es eso lo que deseamos? ¿O lo que queremos es que todo sea lo mismo que antes?
ResponderEliminarA veces o con frecuencia deseamos lo imposible. Si en verdad sacamos provecho de esta desgracias, el futuro debería ser bien distinto del pasado.
EliminarUn abrazo.
Mi ritmo de vida sigue igual que cuando comenzó la pandemia aunque con algunos agravantes que me la ha hecho m-ás dificil....Suerte la tuya que la has compartido con tu esposa.Saludos
ResponderEliminarEs cierto que todo es más llevadero en compañía, Charo.
EliminarUn abrazo.
A pesar de que se puede salir más, no tengo muchas ganas de hacerlo, el calor aprieta bastante y con la mascarilla lo sientes con más intensidad. Salgo lo necesario y sólo para ir de compras.
ResponderEliminarBesos
En esas andamos muchos, en salir sólo lo necesario. Ayer tarde lo hicimos y no había mucha gente a las 7 de la tarde en la Alameda.
EliminarBesos.
Te felicito por tu habilidad de no dejar nada sin decir y con esa elegancia que nadie puede darse por aludido. me gusta todo lo que dices y además con poesía, ¡ole tú!
ResponderEliminarTe mando un besazo.
Muchas gracias, Tracy, lo acepto como piropo.
EliminarBesos.
¡Es un piropo!
EliminarAquí todavía seguiremos hasta Junio en cuarentena, salir solo de compras o al trabajo, pero hay gente irresponsable que anda en la calle.... Me alegra puedas salir ya al menos a tomar el sol..... Saludos amigo.
ResponderEliminarGracias, Sandra. No te des prisas, es mejor dar pasos firmes que correr y tropezar.
EliminarUn abrazo.