26 mayo 2020

LAS COSAS PERDIDAS




Como baúl guardado en el trastero,
así la oscuridad de las cosas perdidas,
de todo aquello que echo en falta
y nunca me atreví a reclamarte:
esa mirada tuya como aparato de rayos,
la analítica visual que todo lo escudriña
y que tantas veces sustituía  a las preguntas.

Como scanner, sacabas a la luz
mi podredumbre o mi estado de gracia;
o ese lenguaje de signos, de muecas silentes
que examinaban mi estado
y la sonrisa final con la que certificabas
tus errores y nuestros arrumacos
en el funambulismo callado
de una tarde de domingo.

O cuando repasabas mis manos
y te reías de padrastros y cutículas
mientras veíamos la película de la sobremesa.

¡Algo te pasa!
Cuando afirmabas, siempre tenías razón.
Eras el médico de mi alma,
en especial cuando dabas rienda suelta
a la sonrisa de tus labios
e imitando a la mermelada de fresa
la hacías sonora.

Entonces llegó el encierro
que ninguno de los dos habíamos decidido,
y abrochaste el gesto
con el sonido adusto que sube una cremallera,
y fueron palideciendo los días
y con ellos fuimos perdiendo
un sinfín de cosas que no todas recuerdo.

14 comentarios:

  1. Nos tienen calados. Aunque callemos saben lo que pensamos.
    Un abrazo, Paco.

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  2. Un gran texto!!!!!!!!!!!! de las locuras y recuerdos de un amor

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    1. Muchísimas gracias. Ojalá sepamos "Recomenzar" y ajustarnos a los cambios que nos han venido impuestos.
      Un abrazo.

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  3. Perdiendo muchas cosas y haciendo nacer el más profundo amor.
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Sara, por tu presencia y comentario.
      Un abrazo.

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  4. Hay quienes hemos perdido muchas cosas pero que intentaremos encontrar y renovarlas una vez haya terminado esta pesadilla.Saludos

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    1. Creo que no veremos nunca el fin, sino que llegaremos a un nuevo estilo de vida o así lo afirman algunos.
      Un abrazo.

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  5. Este encierro, no está afectando. Estamos en la fase 2 y para mí es como si estuviera en la fase 0. No salgo a la calle, para caminar, aunque ahora está permitido. Salgo para hacer las compras que se precisa y cuando lo hago, tengo ganas de volver. Me agobia el calor de la mascarilla y estoy deseando llegar a casa para poder quitármela.

    Me suelo sentar en la terraza y veo pasar las gentes con la mascarilla puesta, estonces yo me veo liberada y respiro tranquilamente sin ella. El calor en Córdoba ya se nota mucho y sólo hace falta la mascarilla para sentir más agobio...y esto es lo que nos ha tocado vivir y por supuesto me lo tomo con resignación.

    Besos

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    1. Ayer salí a comprarme unas zapatillas para estar en casa y me pareció que salía humo del "bozal" como de una vieja locomotora. El calor de Córdoba y Sevilla es muy similar. Nos iremos adaptando a una nueva realidad, pero paso a paso.
      Un abrazo.

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  6. Hay que adaptarse a la "nueva normalidad", pero esa base tan segura, hace que la "nueva normalidad" esté asegurada.
    Besos

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    1. Creo que tienes razón, Tracy, o estamos equivocados en los mismo.
      Besos.

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  7. No importa lo perdido si perdura el amor. Melancólico y bello poema amigo Francisco. Saludos.

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    1. Como el resto de las cosas en la vida, todo son pérdidas y ganancias, Sandra.
      Un abrazo.

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