Esta es mi tierra,
─la imagen de mi infancia─
la que labraron mis abuelos
y cultivó mi padre;
la que se derrama desde las
escarpaduras
buscando el río y tras los
molinos
corretea feliz hacia la mar.
Mi tierra, donde aprendí
el sabor amargo del aceite
vareando al olivo
y gateando los suelos en
busca del fruto
las mañanas frías de
invierno.
Mi tierra, la de la azada y
el bieldo,
la abancalada y sus declives,
la del grano, la siembra, la
bina y la cosecha;
la del naranjo en flor
y todavía más sabrosa en
fruto;
la de las acequias y los
turnos de riego,
la de las ciruelas y los
duraznos,
la de los higos y las uvas
en el rigor del verano
o la granada que se abría
como quien abre la boca
ofreciendo besos.
Esta es mi tierra,
la que faldea la montaña
y baja reptando, enamorada
de la mar,
y viene a entregarse
dócilmente
en el abrazo salado de
Marbella.
Nada más saludable para el ánimo que los bellos recuerdos de la infancia.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Ahí las raíces, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. Muy bello el poema y bella tu tierra llamada Marbella.
ResponderEliminarLas raíces tiran y la felicidad sale por cada poro de tu ser.
Abrazos
Mi pueblo es solo vecino al norte de Marbella, a 8 Km de carretera y muchos menos en línea recta. Viene a ser como el balcón que se asoma a la Mar Bella la imagen que veía en mi infancia. Gracias, Isa.
EliminarUn abrazo.
Bello homenaje y simbiosis con tu tierra, Francisco...En tus letras está el paisaje,el trabajo, el fruto y la inmensidad del mar.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo, amigo.
Muchísimas gracias, María Jesús, por tu cercanía y tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Tierra bonita la tyua, tierra bonita la mía aunque sin mar...y tierra bonita mi España entera.Saludos
ResponderEliminarEl amor hace bonito todo aquello que mira, Charo. Mil gracias.
EliminarUn abrazo.
Cada uno quiere a su tierra de una manera especial. aunque te vayas lejos, siempre la etás recordando y siempre será tu tierra, el lugar de tu nacimiento.
ResponderEliminarBesos
Esa era mi visión desde mi dormitorio en la lejana infancia, a la que nos anudamos para siempre.
EliminarBesos.
¡Qué bonito tu poema! un bello homenaje a ese terruño que todos llevamos dentro.
ResponderEliminarAbrazos.
Después he recorrido algunas tierras, pero uno vuelve su corazoncito al lugar que le vio nacer, María.
EliminarUn abrazo.
Tu tierra, a la que me invitaste a su Feria, que es después de la de Fuengi.
ResponderEliminarTienes muy buena memoria y yo deuda contigo. ¿Nos emplazamos este verano?
EliminarUn abrazo.
No creo que este verano haya ferias, desgraciadamente.
EliminarGracias de todas formas.
Nos has compartido bellas imágenes con ese amor que le tienes a tu tierra, yo salí de mi tierra y regreso cada año a impregnarme de aromas y de nuevas postales porque el tiempo va cambiando el terruño que nos vio nacer y crecer.
ResponderEliminarSaludos, un fuerte abrazo.
De alguna forma, uno se enrola una y otra vez en la infancia y la hace patria.
EliminarUn abrazo.
Tu tierra, que en versos llenas de belleza y amor, saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarGracias por tu presencia y testimonio, Sandra.
EliminarUn abrazo.