No ejercitamos en conjugar
el futuro
y sólo nos sale el
imperfecto;
un porvenir oscuro a corta
distancia
e incierto a medio y largo plazo.
La fuerza centrífuga de esta
pandemia
nos está sacando a muchos del
confort
y a una millonada del nivel
básico
exigible de supervivencia:
deudas que suman, vidas que
restan.
Para colmo los hay que
bromean
con la renta básica, como si
subsistir
fuera un adocenarse en la
sopa boba
o comer por pura
displicencia,
haciendo del ocio el modus vivendis.
La tempestad ha roto el
rompeolas
y no hay bombas capaces de
achicar
esta vía de agua amarga que
nos asfixia
en todas las latitudes, ni
mamparo
al que sustentarse con
ciertas garantías.
Muchos son los que han
sucumbido
y ahora son meros números
estadísticos:
vida esfumada por la
escotilla
o por el sumidero que no
accede a la UCI.
El futuro, madre, es un
llanto enlutado
que clama por los que se
fueron
y por aquellos que quedan
y arrastran sus vidas por el
hoy latente,
sin capacidad para conjugar
el mañana.
¡Qué tiempos, madre! ¡Qué
tiempo!
Hola Francisco. Unos tiempo bien jodidos para muchas familias. Este virus es como una guerra silenciada que mata vidas y mata futuros. Está trayendo muchas tristezas. Los tiempos que hemos vivido nosotros han sido muy afortunados, los próximos años serán de desesperación.
ResponderEliminarOjalá me equivoque y todo vuelva pronto a la normalidad.
Abrazos
No digas esas cosas, que ya mismo tenemos fútbol.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso digo yo, qué tiempos. Por cierto, ¿lees lo que te comentamos desde la silenciosa sombra, como el que fisgonea la vida tras la ventana? Últimamente hablo con tu blog pero no contigo. No sabemos de ti ni cómo te encuentras. Bromas aparte, espero que estés bien.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Me encuentro bien, Cayetano, pero me hago viejo y el tiempo me rinde menos que antes.
EliminarUn abrazo, Cayetano.
Son tiempos inciertos y bastante duro, lo que nos ha tocado vivir.
ResponderEliminarBesos
Me resisto a que los que han sucumbido sean tan sólo números estadísticos.Saludos
ResponderEliminarVivimos en una doble perspectiva de nuetro futuro, aunque contrarias ambas angustiosas. A la incertidumbre sobre nuestro futuro pesonal, añadimos la certidumbre de una próxima tragedia social.
ResponderEliminarSaludos.
Esta misma mañana han enterrado a una amiga y no puedo decir "he enterrado"... No ha muerto del virus, pero las circunstancias son las mismas.
ResponderEliminarSe me ha puesto el vello de punta al leerte.
ResponderEliminarFrancisco, vamos a lanzar al universo un deseo y una esperanza, que seamos solidarios, que sepamos superar juntos todas las crisis. Que este mes de mayo la Virgen de a todos los que lo necesitan fortaleza y esperanza para seguir adelante.
ResponderEliminarMi abrazo y mi ánimo, amigo.
...es un llanto enlutado
ResponderEliminarque clama por los que se fueron
y por aquellos que quedan
y arrastran sus vidas por el hoy latente,
sin capacidad para conjugar el mañana.
Salud, ahora más que nunca.
NUNCA mejor dicho.
Amigo Francisco, te leo y pienso lo mismo que tu. Que terrible tiempo nos a tocado vivir. Saludos a la distancia.
ResponderEliminarTerrible lo que viene pegado.
ResponderEliminarUn abrazo.