Mis brazos
podrían ser dos aspas de
molino
al viento,
dos astas que buscan
la vislumbre de un
encuentro,
dos lanzas, una avanzadilla
sigilosa y hambrienta,
la arcada de un puente
de medio punto y abocinado
que se acomoda
para ser camino en las
alturas
y cauce vadeable en la
corriente,
un elemento armonioso
que enmarca y encuadra
el discurrir del agua.
Pero mis brazos, amada mía,
son la hebilla donde
confundirnos
con vocación de unicidad
indeleble.
Bello poema lleno de amor con un plácido recorrido por la naturaleza.
ResponderEliminarUn beso
Musas gracias, Musa, por tu lectura y comentario.
EliminarUn beso.
La confesión del cierre a tu amada, quedó espectacular.
ResponderEliminarUn abrazo de anís.
Muchas gracias, Sara, por esa forma de leerme.
EliminarBesos.
Esos brazos son los que hacen que el pamor no se escape y quede bien apretadito junto al corazón de la amada. ¡Precioso!
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias. Si te ha gustado significa que he logrado mi propósito.
EliminarAbrazos.
Mientras tus brazos son hebilla para el amor...Tus letras son aspas, astas, lanzas y puentes...Un grupo de metáforas que facilitan la expresividad del sentimiento y el encuentro con el mundo que te rodea...Todo ello permite que, crezcamos juntos compartiendo y valorando la vida.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño.
M.Jesús
Nunca estaré a la altura de tus comentarios, María Jesús, tan generosos y atinados.
EliminarBesos abrazados.
Amor y apoyo.
ResponderEliminarSaludos desde Mallorca, con un cacharro que va a pedales : el artilugio desde el que escribo esto.
Un saludo.
Tendrías que haberte venido a Sevilla y me hacías compañía por la desnuda Alameda.
EliminarUn abrazo.
Que mejor función de los brazos que ceñir la cintura de la persona amada y sentir como late su corazón junto al tuyo.
ResponderEliminarBesos
Es cierto, y esa es la sensación que quería transmitir, la de un nudo indestructible.
EliminarBesos.