Ahora eres memoria,
memoria como la ropa
colgada en el ropero
lleva tu aroma;
memoria, vivencias pasadas
que edificaron nuestro ayer,
ese en el que vivo instalado
sin dar por válido
tu portazo.
Si no vas a regresar,
si no piensas volver…
No, no me des explicaciones,
vuelve;
sólo busco unas señas,
algunas muestras,
un espacio donde la ropa colgada
cobre vida.
No hay nada más deprimente que un ropero deshabitado donde el silencio y el olvido se hicieron los amos.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Como bien dices, ese ropero es imagen de abandono.
EliminarUn abrazo.
Pienso que, la ropa solo tiene vida cuando vista a una persona, mientras tanto, solo duerme.
ResponderEliminarUn abrazo.
Efectivamente, Emilio. La ropa usada está como dormida a la espera del cuerpo que la usó.
EliminarUn abrazo.
La ropa bien colocada y ordenado los estantes, aguarda volver a la vida vistiendo como siempre a su dueña...con ella acudió a los mejores conciertos...a los bares de tapa...a la feria..y a tantos lugares que hasta podría escribir un libro de memorias.
ResponderEliminarBesos
¡Qué bonito lo has contado! Mil gracias, preciosa.
EliminarBesos.
MUCHAS GRACIAS FRANCISCO POR TUS PALABRAS DE ALIENTO. DEJO MI AGRADECIMIENTO, EN MI BLOG, A TODOS QUIENES ME HAN ESCRITO SOLIDARIZÁNDOSE CON LA TRAGEDIA SUFRIDA EN MI PAÍS -ECUADOR- CADA VEZ SE DESENTIERRAN MÁS CADÁVERES. HASTA EL MOMENTO HAY CERCA DE 400 MUERTOS, MILES DE HERIDOS. MILES SIN ALIMENTO NI ABRIGO. ES UNA GRAN TRAGEDIA. Mi blog :http://www.edicionesdulcineas.blogspot.ca
ResponderEliminarLo triste es que las grandes catástrofes siempre afectan inversamente proporcional a los medios económicos de los ciudadanos, seguramente porque construyen con menos medios y en lugares más propicios a ser invadidos por la naturaleza. Dejaré mi pequeña ayuda a través de Cáritas Internacional.
EliminarUn fuerte abrazo.
Y la ropa se queda para esperando la piel que tanto acarició.
ResponderEliminarUn beso.
Esa es la idea del poema, Sara. Muchas gracias.
EliminarBesos.