Aspirad
a los bienes de arriba
(Col 3, 2)
Eras
una melena al viento,
un
trigal verde entre las amapolas
de
tus mejillas como arreboles
y
tus labios de hambre;
cuando
se acerca el tiempo penúltimo,
cada
mecida de la brisa
es
un coro de ayes que en vez de ondular
se
resquebraja inflexible
con
chasquidos lastimeros
como
sueños remotos
que
rememoran tu sabrosa dulzura.
Eras…
Éramos
caña infecunda,
juncos
flexibles mecidos por la travesura
de
los pocos años
en
la ribera de aquellos encuentros
abarrotados
de promesas.
Hemos
cumplido con fidelidad,
hemos
hecho vida los sueños
y
hemos granado nuestra cosecha;
ahora,
aspiremos a los bienes de arriba,
allá
donde se consolida la eternidad
para
seguir enraizados, enmarañados,
enredados,
fundidos en unicidad perenne.
Aunque no soy un entendido en poesía, hay algunas que me agradan mas que otras y esta es una de ellas.
ResponderEliminarIsidoro
Aunque el paso del tiempo deja factura, siempre seremos los mismos en lo profundo de nuestro corazón...los sntimientos no tienen que cambiar cuando el amor es profundo y ese camino que se va recorriendo juntos, une más que separa.
ResponderEliminarBesos
Unidos aquí en la tierra como en el cielo. ¡Qué bien lo has expresado! Un abrazo
ResponderEliminarHermoso poema, aunque para un agnóstico como yo, ya sabes, puede que si, puede que no.
ResponderEliminarUn abrazo.
Humano y comprensible es querer perpetuarse aunque el tiempo pase. Búsqueda de la eternidad de alguna forma, como dejar nuestro legado, nuestro ejemplo o nuestros libros a los que vengan detrás.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Hermosísimo poema de amor...
ResponderEliminarMuchos besos, amigo!
;)
Ohhh! me encantaron Pocahontas, cómo era: "..¿Has oído al lobo ahullarle a la luna azul o has visto a un lince sonreír? ¿Has cantado con la voz de las montañas y colores en el viento descubrir?.." y ese ..melena al viento.
ResponderEliminarUn abrazo, Francisco
Bello y admirable deseo. Te felicito amigo por la profundidad de tus letras.
ResponderEliminarUn abrazo
Francisco, ese trigal verde entre amapolas nos lleva directamente a la primavera, que nos invita a la renovación y al encuentro con la belleza...Allí fuísteis y seguís siendo, porque la vida nace y muere cada día...Y en ese amor constante y equilibrado se enraíza el cielo y crece poco a poco, como una espiga eterna, que ya habéis logrado, amigo.
ResponderEliminarMi felicitación por tu mirada en perspectiva y tu profundidad.
Mi abrazo y mi cariño.
M.Jesús
Hola Francisco. Qué bonito. Toda una vida juntos llena de felicidad. La brisa mueve las espigas de un lado a otro. Espero que ese sueño dorado aun pueda continuar por muchos años aquí en la tierra. Yo no sé si hay algo más después de esto, pero si lo hay, seguro que vuestra felicidad llegará al más allá.
ResponderEliminarSaludos y abrazosss
Aquí y allí siempre juntos en la vida y en la muerte.
ResponderEliminarSaludos.
Te felicito y a tu musa compañera con quien has vivido tus sueños, eso es grande, no cualquiera lo logra!
ResponderEliminarUna caja de besos de anís para dos, con muy respeto y cariño.