Al
verle, dio un rodeo. De igual modo
un
levita que pasaba por aquel sitio.
(Lc 10, 31-32)
Por las veredas y campo a
través
los jirones sin rumbo de un
pueblo,
el sufrimiento universal y
silente,
los sollozos y las
convulsiones
de quienes transitan con
harapos,
sin salvoconducto ni
esperanza
como mercadería sin albarán,
como hambre sin expectativa
de mendrugo, como cielo sin
suelo
sobre el que reposar la
cabeza.
Entre el amanecer y la
madrugada,
el encono y olvido de los gerifaltes
en el punto de mira de este
disparadero
y el complaciente silencio
de quienes lloramos a solas
y sin pataleos.
En el campo del olvido, tras
la dura jornada,
la desolación, la tiranía
del abandono,
el frío, el barro, la
degradación humillante,
los ultrajes, las vejaciones,
la agonía
de un exterminio sin
responsables,
un holocausto que lleva la
huella
de quienes tomaron la
iniciativa opresora
y la complicidad de quienes
acatamos
sumisos en sepulcral e
indecente silencio.
Flaca memoria la de occidente. Olvidamos pronto tiempos no tan lejanos. A lo mejor, estar al margen del sufrimiento ajeno -mirar para otro lado- es un mecanismo inconsciente de nuestra mente para no reparar en un posible futuro nuestro que puede repetirse. En todo caso, ello no nos hace mejores como personas.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Esos olvidos tendrán sus consecuencias antes o después, Cayetano, pero nadie recuerda las vacas flacas en tiempos de opulencia.
EliminarUn abrazo.
Somos inamovibles...al menos en parte, aunque...¿qué podemos hacer, Francisco?
ResponderEliminarManifestarse, sí. Ayudar en lo que podamos, también. Pero quienes de verdad pueden se disputan no hacerlo y el mundo cada vez cae más bajo...
Poema para removernos, ciertamente.
Gracias y besos.
Lo importante, Marinel, es que hagamos lo que esté a nuestro alcance para que no nos carmona la conciencia, aunque nuestro actos no solucionen y sólo sean paliativos. Gracias por removerte.
EliminarBesos.
Olvidamos que estamos en este mundo de paso y nada nos pertenece.
ResponderEliminarBesos
Se nos olvida que de aquí nadie va a salir vivo y que no nos llevaremos nada; así es.
EliminarBesos.
Exilio...tragedia que crece lentamente y se hace callo en los poderosos del mundo. Culpable es quien provoca este fenómeno escondiéndose tras la careta del Imperialismo. Duele tanto dolor...el que menos tiene es quien más da.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco.
Gracias, Ceciely, por tu comprometido comentario.
EliminarUn abrazo.