25 agosto 2022

CADA INSTANTE




Escrito en casa de María Isabel Lara, un paraíso.

 


Me pido la luz

para gozar de la sombra que proyecta,

el árbol por su fruto y su armonía,

la disposición en estrella

de sus ramas escalando los cielos

y hacerse copa excelsa.

Medir el tiempo

en la atemporalidad de una fuente,

en ese manar incesante y generoso,

como un tendido eléctrico infinito

y columpiar la mirada en

las cosas simples de la vida:

la vereda interminable

que sube desde el valle

y se pierde tras el recodo,

el color dorado del atardecer,

la encina solitaria que invita al reposo,

el escorzo de luz que progresa en el alba

hasta hacerse radiante,

la brisa que sopla y sugiere

cuando se enreda en el almendro,

la canción blanca y fragante del jazmín

cuando cae la tarde

y la golondrina vuelve a su nido

en el alero de nuestro hogar…

Respirar tu cercanía y valorar lo vivido

regurgitando cada intervalo,

también los suspiros…

Cada insignificancia, cada instante.

2 comentarios:

  1. Ese poema me transmite calma y valoro mucho lo que expresas en ella.
    Que tengas un buen día. Besos.

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    1. Muchas gracias, Antonia. Es justamente lo que pretendía.
      Besos.

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