El olvido es ese pasacalle cotidiano
que amanece sin buscarlo
y pasa las páginas de la partitura
con el mismo desplomo del sol
en cada atardecer.
Su escollo es la urgencia del hoy,
la sepultura a la primacía
que se queda obsoleta,
salvo esas heridas del corazón
que requieren otras terapias
y permanecen para siempre
como
cicatrices del alma.
Un barrido, un poner orden
para abrir las puertas a otras novedades,
un evitar la saturación que embota
y por acumulación empalaga.
El olvido, la autodefensa que sale
por el rebosadero de lo inapreciable
y deja espacio libre a las novedades.
Hay cosas en la vida, que es preferible olvidar. Aunque de lo bueno y de lo malo, se saca una buena experiencia.
ResponderEliminarQue tengas un buen día. Un abrazo.
El olvido es una especie de borrado que generalmente favorece, salvo si es inconsciente.
EliminarUn abrazo.
El olvido voluntario, está bien, hay que dejar espacio al disco duro, el problema es el otro olvido, el que no llega a reconocer a sus propios hijos.
ResponderEliminarEse otro olvido es fruto de un desgaste ciertamente triste.
EliminarUn abrazo.
Ójala y yo tuviera ese olvido o para decirlo de otra forma una memoria selectiva para poder olvidar a mi antojo y para siempre unos cuantos acontecimientos que por más que lo intento no logro sacarlos de mi memoria... Creo que me acompañarán mientras viva. Saludos
ResponderEliminarNo es fácil, pero debemos intentar sacudirnos de todo aquellos que únicamente molesta y no aporta ningún beneficio. Digamos que más que un logro es un entrenamiento de por vida, pero digno de que lo logremos. ¡Ánimo, Charo!
EliminarUn abrazo.
Yo creo, en mi caso, que el olvido no existe, que uno por más que quiera no puede y las cosas, por más tristes que son, están... son parte de uno. Un abrazo querido amigo.
ResponderEliminarNo es lo único pendiente en el camino de la vida, Luján. Somos imperfectos, pero debemos mirar hacia lo más conveniente.
EliminarUn abrazo.
Qué terrible el olvido.
ResponderEliminarEl peor olvido es que me olvides a mí. Ja, ja, ja...
EliminarUn abrazo.
Neruda decía: Es tan corto el amor y tan largo el olvido...Pero el olvido es necesario para empezar cada día dejando atrás lo negativo y abriéndonos a lo nuevo con fe y esperanza, Francisco...Buena reflexión nos dejas.
ResponderEliminarMi abrazo siempre.
Se trata de una renovación imprescindible para seguir avanzando por los caminos de la vida, María Jesús.
EliminarUn abrazo.