16 julio 2024

JARDÍN

 




Un mirlo husmea con su pico amarillo

sobre el césped recién cortado.

Se afana con cierto ahínco,

lo observo sin saber qué es lo que persigue,

pero insiste una y otra vez.

Bajo mis pies desnudos se estremece la hierba

y el jazmín compite en belleza

su estrellado blancor sobre el verde.

El sauce llora su lánguida soledad

arracimándose hacia el suelo

y la dalia se enciende como un sol poniente

mirando al lejano horizonte de los ojos.

Los pensamientos, los de lilas miradas,

hacen hilo conmigo y me acercan

la imagen de tu ausencia,

ese desgarro que me saja el pecho

y me invita al desconsuelo

de este estar sin ti.

10 comentarios:

  1. Será por ahorrar que los Ayuntamientos están eliminado plazas, arboles y todo lo que provoque descanso y placer en las calles, mientras tanto los ciudadanos, contentos porque hemos ganado un torneo.
    Saludos

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    1. Así es, Emilio, parece que tenemos un buen conformar y así nos va.
      Un abrazo.

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  2. "Los pensamientos, los de lilas miradas,

    hacen hilo conmigo y me acercan

    la imagen de tu ausencia,

    ese desgarro que me saja el pecho

    y me invita al desconsuelo

    de este estar sin ti." Y ese canto a la ausencia ? La usencia de quién ? Un fuerte abrazo.

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  3. Que bonito poema amigo poeta. Por mi tierra hay muchos mirlos y algunos años hacen nido en uno de los tiestos de mi terraza. Saludos

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    1. Muchas gracias, Charo. Observar nuestro entorno es un bello ejercicio de reconocimiento: no estamos solos.
      Un abrazo.

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  4. ¡Precioso poema! Se pusieron de acuerdo todos esos seres para montarte la obra frente a tus sentidos.
    Un abrazo suficientemente anisado.

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    1. No creo que se pusieran de acuerdo, Sara, sino que en silencio y con deseos de observar todo un mundo nos acompaña.
      Un abrazo.

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  5. La naturaleza te acompaña personificada y orgullosa de verse reflejada en tus poemas, Francisco...Sigue disfrutando de ese precioso jardín.
    Mi abrazo manchego y cálido.

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    1. Hoy me sonríe el corazón, María Jesús, al ver que andas tratando de recuperar, por los caminos de Swann, las publicaciones perdidas.
      Un abrazo muy afectuoso.

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