29 julio 2024

ESCULTURA

 




Piedra trabajada:

ojeada, seleccionada, elegida,

esculpida con enérgica violencia y mimo.

Visión latente

que los golpes precisos dejan al descubierto.

Músculo y tacto,

fascinación preconcebida

que con el esfuerzo

de unas manos fuertes,

a la par que sensibles,

saca a la luz el alma cristalizada

y le vuelve a dar vida

para rendirle homenaje atemporal.

En la memoria de sus contemporáneos,

en la hidalguía,

los méritos que se le arrogan

con el fin de eternizarlo;

en la pose, una ambición de estampa,

el ademán que ensalza sus valores

desde lo recóndito de la piedra,

las aristas ocultas,

la sinrazón y la poquedad

que a todos nos iguala.

Memoria en piedra que será irreconocible

para la próxima generación.

4 comentarios:

  1. Una se queda extasiada, viendo esas bellas esculturas-
    Un abrazo.

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  2. Las esculturas son preciosas, no me extraña que te hayan inspirado tu poema. Saludos

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  3. Siempre me ha fascinado la escultura creo que es una de las artes más completas.

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  4. Qué bien has expresado ese trabajo del escultor, que trata de rendir homenaje a otro ser histórico, siendo fiel al cuerpo y al alma...Trabajo que se eterniza en el tiempo, pero que no todo el mundo sabe valorar.
    Mi felicitación por tus recursos expresivos y tu superación, Francisco.
    Mi abrazo y mi ánimo.

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