09 mayo 2021

VUELO ROSADO


Tú quizás no podrás verlos;

yo sí.

Las tengo memorizadas

y las veo cada día cómo levantan

el suave y sonrosado vuelo

como una ola por encima de las aguas

que desafían la gravedad

hasta dorar el atardecer

sobre la laguna.

Yo sí.

 

Se van en vuelo de reconocimiento,

pero no olvidan dónde regresar

y encontrar abrigo y alimento.

Es como un recreo,

como ejercicios de estiramiento

y puesta a punto

de cada una de sus funciones.

 

Dependiendo de la incidencia del sol

sobre sus plumajes,

a veces es una majestuosa nube palo,

otras amaranto, coral o fucsia pálido

y todas las gamas del rosa.

 

Se van, pero a nada vuelven,

se mueven como por un impulso único

que armoniza al conjunto

con la disciplina de un coreógrafo

o director de escena.

Sobrevuelan la Dehesa

como quienes contemplan la ingravidez

del tiempo,

la levedad de la materia sin masa

o los dones que les han sido otorgados.

 

Desde el suelo

la acrobática admiración, la envidia

de quienes nos sentimos superiores

sin la capacidad para levantar

ambos pies al tiempo.

20 comentarios:

  1. Se podría decir que hoy te has levantado muy flamenco.
    Un abrazo, Paco.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre hay en mí un pellizquito flamenco, Cayetano.
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. En la Reserva Natural de Fuente Piedra, cerca de Antequera y del Torcal, en el periodo de emigración de un lado para otro, se suele ver muchos flamencos rosas, una maravilla.

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad, Emilio, pero en este caso pensaba en las vistas recientemente en La Puebla del Río, Sevilla.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Aún recuerdo la emoción que sentí cuando vi por vez primera a esas "aves rosas" y luego siempre se repite cuando me encuentro con ellos.
    Buenos versos con un final grandioso. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como me ha recordado Emilio, las vi por primera vez en Fuente de Fiedra, pero la concentración de ellas en las Marismas es espectacular.
      Muchísimas gracias, Chelo, por tu valoración.
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Respuestas
    1. Libres y bellas como todas las aves, Amapola, pero rosas y no azules como tú.
      Besos.

      Eliminar
  5. Ni belleza, ni libertad, podríamos tener más que ellos. Una caricia a la vista.
    Un abrazo desde la laguna.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin duda alguna una caricia para la vista y el alma, Sara.
      Un abrazo.

      Eliminar
  6. muy bello relato, y que decir de los flamencos
    al interior de la zona donde vivo, Antofagasta-Chile, en San Pedro de Atacama existe una reserva protegida, en especifico en Salar de Atacama es un hábitat de los flamencos.

    saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Carlos, y también por la información de esa reserva en Antofagasta.
      Un abrazo.

      Eliminar
  7. Tiene que ser im presionante ese vuelo rosado.Saludos

    ResponderEliminar
  8. Hola Francisco. Precioso cómo has escrito sobre estas preciosidad es. Nunca vi in situ tiene que ser bellísimo como así lo es el poema y la imagen. Qué suerte ver esas bellezas. Que las disfruten.
    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En las proximidad a la laguna existen una cabañas desde donde observarlas sin ser molestadas y es todo un espectáculo.
      Un abrazo, Isa.

      Eliminar
  9. Bello homenaje a esas aves, que surcan el cielo, enarbolando su magia, su baile al unísono, que dice mucho de su inteligencia, su instinto y lo bien que cumplen su destino, Francisco.
    Mi felicitación por tu atenta observación y sensibilidad.
    Mi abrazo y feliz semana que empieza.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias, María Jesús. Tú si que eres toda sensibilidad.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  10. Que hermoso poema amigo Francisco, como esas aves hermosas- Saludos.

    ResponderEliminar