Yo dije: amor, esperanza, suturar,
manantial, luz, sintonía,
urdir,
dictado, sentimientos, latido.
Y me respondieron:
“¡Vacuidades inconexas!”
Entonces me tomé la molestia
de urdir un trenzado
laborioso
con esos mismos hilos,
a la luz del dictado de mis
sentimientos
y las fijé con la misma esperanza
que el hortelano sepulta la
semilla,
la escarda, la bina, la riega
y casi la acaricia tratando
de escuchar su latido
y sentir cómo se hace manantial
frondoso
en sus expectativas de
recolección.
Una sintonía melodiosa que
ya escucha
desde el momento de la
siembra;
entonces mi voz se hizo
empatía
con el frío y el calor que
sufre el labriego,
hice mío todo su sudor y sus
quebrantos,
y me dispuse a devanar el
hilo
con el que suturar con mucho
mimo sus heridas.
entonces mi voz se hizo empatía
ResponderEliminarcon el frío y el calor que sufre el labriego,
hice mío todo su sudor y sus quebrantos
Precioso Francisco. Así debería ser en todos los órdenes y con todos. 🙂
Para entender al otro basta con salir de la comodidad de uno mismo y ponerse en el papel del otro, eso que llaman empatía. Gracias por subrayar algunos de mis versos.
EliminarUn abrazo.
Las palabras son como los ladrillos: necesitan una buena argamasa y un buen experto que los coloque en su sitio convenientemente, como tú has hecho con estos versos.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Pronto seré alarife, Cayetano, y haré estas obras con relativa soltura.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. Preciosos los versos. Tú tienes mucha empatía con todas las personas que conoces y no conoces, eso es un don que no todas las personas tienen. La palabra calmada puede hacer milagros en los humanos que sufren.
ResponderEliminarMe ha encantado este poema porque te pones en la piel del campesino y al igual que él cuida las semillas que planta, tú cuidas las frases que escribes para componer el poema.
Abrazos
Te agradezco mucho tu comentario, Isa, ya que me otorgas cualidades que verdaderamente me gustaría alcanzar.
EliminarUn abrazo.
Hermoso poema y una forma muy bonita de solidarizarte con los agricultores.Saludos
ResponderEliminarLo fueron mis abuelos, lo fue mi padre...
EliminarUn abrazo.
Si has sembrado esos hermosos sentimientos, al final tendrás sus buenos frutos.
ResponderEliminarQue tengas una descansada noche.
Besos
Eso espero, Antonia, dar buenos frutos con todo lo que hago, es todo a lo que aspiro.
EliminarBesos.
Una maravilla de poema, sí señor.
ResponderEliminarEl amor tomó vida y sentido.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Dar vida a todo lo que uno hace es el mejor de los sentidos, Sara.
EliminarUn fuerte abrazo,
Que lindo poema. Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra.
EliminarUn abrazo.