Caminaba silente como una
sombra,
sus pasos eran mullidos como
de niebla
y de uno de sus ojos
resbalaba una lágrima
que quizás fuera un miedo
desubicado
que no había encontrado
todavía resuello
o tal vez el testigo de
afligida congoja.
Sus labios ocultaban una
triste sonrisa,
en su gesto un mohín
travieso ocultaba sus cartas,
tal vez por eso evitaba el
paseo
y recorría solícita los
ámbitos quiméricos.
Sobre su espalda una mochila
de sueños
que no habían encontrado la
puerta de salida,
tan pesada como un día de
lluvia y vacía espera
que desarma y rinde antes de
presentar batalla.
Caminaba silente. Era como
una sombra,
como una nube pasajera, como
un guiño
que juega al despiste y pasa
inadvertido.
Los silencios y las sombras siempre guardan alguna historia escondida.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Sin dudas, Cayetano. Detrás de cada persona en penumbra hay una triste historia de abandono.
EliminarUn abrazo.
Me has recordado a un chico joven que vivía en las calles del barrio en el que habito, he ido viendo como iba degenerando su aspecto, no pedía, simplemente estaba, era educado, murió solo y en la calle, uno de estos días de pandemia, me enteré que vino su madre desde Cadiz a su entierro. ¿Qué le llevo a esa soledad?.
ResponderEliminarUn abrazo.
Posiblemente una adicción, Emilio. Es difícil que una persona con adicciones pueda acabar sus días en el seno de la familia.
EliminarUn abrazo.
Intenso relato.
ResponderEliminarBesos.
Como el color de la amopala que te da nombre.
EliminarBesos.
Por mil razones se puede llegar a una existencia inapreciable, también por traición, alguien puede decidir ser invisible, por instinto de conservación.
ResponderEliminarUn abrazo visible y real. (real de verdadero, no de royal, jaja)
Al alma me llega y allí se aloja, lo que me dice mi amiga Sara no son lisonjas; ella es ternura y me enternecen sus gestos de galanura.
EliminarUn abrazo imperial.
Profundo y muy encarnizado el poema
ResponderEliminarAbrazo!
Como la vida misma, Carlos.
EliminarUn abrazo.
Quería pasar desapercibida y caminaba quizás sin rumbo fijo absorvida por sus muchos problemas.
ResponderEliminarBesos
Es una interpretación muy loable.
EliminarBesos.
Me admira cómo sabes sacarle un bonito poema a cada imagen.Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Charo.
EliminarUn abrazo.
La ultima estrofa la conozco muy bien.
ResponderEliminarOjalá no te duela en tus recuerdos.
EliminarUn abrazo.
Caminante triste, solo el sabe su pena. Hermoso poema amigo. Saludos.
ResponderEliminarNo es fácil saber de los quebrantos de los demás.
EliminarUn abrazo.