Fotografía de Escolástico Martín, "Tico" |
Entorno los ojos
y oigo la música del mar
cómo se amontona en la
memoria
en momentos de melancolía.
Ahora te veo, te escucho
y siento la caricia salada
en mi piel
como destello de luz en la
oscuridad.
En la veladura de mi archivo,
aquel amanecer destemplado y
furioso
─aunque no al extremo de amenaza
inquietante con los
incisivos ensangrentados─
Entre las rocas, crines
desbocadas,
peinetas de carey alisando los
viento
con la secuencia de un ultimátum
que no cesa.
Y vocea, y vocea, y vocea
pautadamente
como quien sigue las
exigencias
de un pentagrama inamovible
y memorizado.
La mar es música que
convoca,
que llama, que cita, que
incita,
que enamora perdidamente.
Me descalzo y palmo en mis
pies
la destemplanza de la aurora
y la resaca pone en riesgo mi
verticalidad.
Sigue el lamento
con su queja salobre y
acompasada
con la certidumbre de lo
indudable.
Nácar encrestada, espuma
yodada
del amanecer, dibujo paralelo,
simétrico,
que armonizas las secuencias
como en sutil melodía;
mar de mis pensamientos, de
mi añoranza,
de los acordes terciarios
cuyo ritmo es memoria
idealizada
que a capricho sale a la luz
y me envuelve.
En el mar está todo: la música, la sugerencia, la vida y la muerte.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Por algo son tres tercios de la Tierra, Cayetano. La añoro, aunque solo sea para verla en la cercanía, escucharla y olerla.
EliminarUn abrazo.
Francisco, has cometido un pequeño error comprensible en un hombre de letras, 3/3 de la tierra es 1, salvo que ayer mi nieta me engañara con el tema del agua, recuerdo que me dijo que eran 2/3. 😜😜😜
EliminarUn abrazo
Pese a estar a tan solo 60 Km de la mar, llevo mucho tiempo sin verla, olerla, saborearla, escucharla, la necesito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso mismo es lo que me ha llevado a rememorarla, Emilio, su añoranza.
EliminarUn abrazo.
Lleno de belleza el mar.
ResponderEliminarBesos.
Siempre lleno de belleza, aunque a veces también infunde pánico.
EliminarBesos.
Cuanto estoy añorando ese mar al que iba todos los veranos hasta el 2018 que sin saberlo iban a pasar años sin volverlo a contemplar.Saludos
ResponderEliminarEspero y deseo que en breve puedas volver a disfrutarlo plenamente.
EliminarUn abrazo.
Por un momento, tu poema me ha transportado al mar y he sentido también su música y el danzar de las olas.
ResponderEliminarTodo es paz y armonía en la cercanía del mar.
Besos
Es verdad, Antonia, esa música le entra a uno en las venas y ahí se queda para siempre.
EliminarBesos.
Hermoso homenaje a ese mar, que son "crines desbocadas","queja salobre","nácar encrestada..."arrancando notas musicales, que vocean, citan, incitan y claman. Todo un manojo de metáforas que personifican y dan mente y corazón a ese monstruo marino, que acaba siendo pensamiento, añoranza y memoria idealizada. Muy bueno, Francisco.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz noche.
¡Qué suerte tenerte, María Jesús! Gracias infinitas por tu esfuerzo analítico y tu derroche de afecto conmigo.
EliminarUn fuerte abrazo.
¡Qué preciosidad! con lo que me gusta el mar y todo lo que a él se refiere, me ha encandilado su música que me ha parecido oírla al leerte.
ResponderEliminarBesos
¡Cómo me alegro, Tracy! Además, tu mar y la mía son la misma mar, las mismas aguas y casi el mismo paisaje.
EliminarBesos.
Nos tendremos que hacer una casa en el mar para escuchar música relajada de las olas y bailar con ellas.
ResponderEliminarBello poema Francisco
Abrazos
No hace falta, Isa, Antonio y tú estáis invitado a mi casa.
EliminarAbrazos.
Hermosa la música del mar... en tus letras se escucha preciosa. Saludos amigo.
ResponderEliminarTe lo agradezco mucho, Sandra.
EliminarUn abrazo.
Muy bello. El mar es evocador de recuerdos. 😃
ResponderEliminarMuchas gracias, bella Katy.
EliminarUn fuerte abrazo.