Llega la noche con pasos mortecinos,
derramada, como se pone en fuga
la luz precipitándose por el poniente,
con la esperanza de reamanecer.
Un leve despiste y se inicia la porfía.
Es el alba. Un tránsito como de humo
que anduvo deambulando entre bostezos.
Un sueño reiterativo, un sobresalto
y la sorpresa reiterada del nuevo día,
un engranaje que no acaba, una cinta sin fin.
Reconozco,
en el duermevela,
los sonidos callejeros imprudentes,
esos que se saltan las normas de convivencia
y también los servicios municipales
que adecentan la ciudad para el nuevo día.
Una
nueva mañana. Un nuevo día
que vendrá con su apuesta
─atinada o no─
dispuesto a probarme o medirme,
en circunstancias no siempre reiterativas.
Respiro.
Me doy la vuelta
y no consigo conciliar el sueño.
¿Cuáles serán las claves
para interpretar correctamente
No se puede dormir muy bien, si el aire acondicionado se ha roto. Ahra tengo que esperar, que vengan a arreglarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
El calor es uno de ellos, pero son también otros los factores que impiden dormir bien. Espero que te solucionen pronto esa avería.
EliminarUn abrazo.
Qué nos traerá de nuevo?
ResponderEliminarCada día trae su aquel, y la experiencia de años no es suficiente para anticiparnos a los acontecimientos a futuro.
EliminarUn abrazo.
Cada día es una sorpresa, una oportunidad, un regalo...Cada día empieza la vida y hay que valorarla con sus pros y sus contras, es cierto.
ResponderEliminarMi abrazo y mi ánimo siempre.