Detrás de un carro de fuego
cruzó bogando los cielos
un posible corro de ángeles
que dejó tras de sí algodones grises,
como cirros traviesos y juguetones
que elevaban cánticos celestiales.
Otros más prosaicos solo vieron
un atípico día nublado de verano
en medio de los rigores estivales.
Observar no es mirar de soslayo,
es ver, meditar, reflexionar, evaluar
e interiorizar en los cangilones del alma,
donde fermentan las ideas
y se adecúan a la realidad del Logos,
esa que tanto dista de lo humano
y que tan cercana está del Principio.
En la trastienda de lo aparente,
en el escaparate de lo expuesto,
siempre suspira un sueño por desvelar,
la verdad última y sustancial de las cosas.
Grandes diferencias entre ver, mirar y observar, hay quien dice que es lo mismo y se equivoca, luego pasa lo que pasa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Unos miran con el ojo del alma y otros con el ojo materia. Eso es lo que diferencia, las percepciones distinta de un mismo hecho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los ojos del poeta miran de forma muy diferente al resto de los mortales y de lo que ven escriben poemas. Saludos
ResponderEliminarMe gusta meditar , pensar y observar.
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