24 agosto 2024

SUEÑO INCUMPLIDO

 




Todavía niño, cuando el sonido

de la trompeta en la plaza

fue la diana de mi despertar

a la música.

Aquella estridencia aguda,

escarpelo sajador,

en solos que allanan las trincheras,

señal inequívoca de mi convencimiento.

Quizás fuera más verosímil el saxo,

a pesar de la complejidad de tantas llaves,

pero también

fuera del presupuesto familiar.


Tuve que conformarme

con recortar dos trozos de vara,

con los que golpear

un banquillo de madera,

al que acompañaba emulando

sonidos metálicos

que en la boca se me antojaban orquestales.


Ayer y hoy, soñar

ha sido y sigue siendo

el preámbulo de cada derrota,

el prefacio de aconteceres

que no pasaron nunca

de proyectos fallidos, pero fueron,

en cada instante,

el combustible

con el que probar cada iniciativa.


11 comentarios:

  1. No deben faltar los sueños. Ese combustible a pesar de todo lo que haya.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ese combustible es una bella metáfora, Sara.
      Muchas gracias y un abrazo.

      Eliminar
  2. Tuvimos la suerte de vivir en una época en que éramos creativos a la hora de "fabricar" nuestros propios juegos y no nos hacía falta nada más, éramos felices con nuestros juegos y nuestros sueños. Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que es más importante la necesidad creativa ante las carencias que la abundancia que adormece.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Si yo me hubiera decidido a aprender a tocar un instrumento, sería el piano o la guitarra.
    Tuve la posibilidad aprender a tocar el violí, pero al primer intento lo solté, me resultaba incómoda la posición del cuello.
    Feliz domingo de descanso.

    ResponderEliminar
  4. Esa curiosidad y ese empeño en aprender cada día...es señal inequívoca de la pasión por la vida. La música nos atrae a todos y nos eleva, Francisco. Sigue presente en tus poemas, tu sensibilidad y tu curiosidad de niño grande.
    Mi abrazo entrañable y feliz fin de semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me rejuvenecen tus palabras, María Jesús. Muchísimas gracias.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  5. Y además con tan poco qué felices éramos. La imaginación volaba. Y eso no nos lo quita nadie. No como ahora que los niños lo tienen todo y no saben valorar las cosas.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se valora aquello que cuesta un esfuerzo conseguirlo. Esa es la diferencia.
      Un abrazo, María.

      Eliminar
  6. Eso está bien que no falte nunca un sueño por conseguir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En esas tratamos de estar, Tracy, en ir dando cumplimiento a los sueños.
      Un abrazo.

      Eliminar