Se nos ha hecho tarde.
Ahora no es momento de pormenores,
sino de ir a por lo que queda,
como quien agota el tiempo
sin conciencia de que persigue sombras,
niebla, difumino que todo lo emborrona.
Con frecuencia, los deseos son zancadillas
que dificultan el curso de la vida
discurriendo por carreteras secundarias
a velocidad de una urgencia extrema.
Se nos ha hecho tarde.
Ahora son muchos los caminos cegados,
y los intransitables.
La juventud es algo que está
en la nebulosa del espejo,
pero está fuera de la envergadura
de nuestros cortos brazos.
Se nos ha hecho tarde.
Aunque siempre es posible
Vivo en una dualidad, la primera, ya es tarde para llegar, o la segunda, una vez jubilado ya no me espera nadie y no hay prisa para nada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero no perdamos la ilusión, Emilio. Siempre es tiempo para ser feliz.
EliminarUn abrazo.
La mente es capaz de sobreponerse a la realidad, aunque el cuerpo se niegue, crea y recrea la vida cada día, Francisco...La realidad la vamos creando con nuestros pensamientos y actitudes.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable, poeta amigo.
Es cierto, Carmen, por eso a veces hacia cierta divergencia entre nuestro camino y nuestras ensoñaciones.
EliminarUn cariñoso abrazo.
Me uno a poner el reloj en hora, es lo mejor que podemos hacer cuando ya sabemos que se nos ha hecho tarde pero queremos ignorarlo pera vivir un buen presente. Saludos
ResponderEliminarCelebro tu buena predisposición, Charo.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco, hay un dicho que comienza diciendo que "Nunca es tarde..." sin embargo a veces se tiene esa sensación de que algunas cosas se nos hecho tarde, no llegamos a tiempo. Precioso poema!!
ResponderEliminarSaludos desde Argentina!!
Pat
¡Qué ilusión, Patricia, que llegues hasta mí desde el otro lado del mar! Muchas gracias por dejarme tu opinión.
EliminarUn saludo muy afectuoso.
El campo de posibilidades es casi infinito, Tracy. No podemos borrar nuestros pasos, pero sí cambiar de trayectoria y ojalá que sea siempre para bien.
ResponderEliminarUn abrazo.