27 mayo 2024

EMBOZO

 



El silencio es un carbón apagado,

un sentimiento oculto

entre costuras, un embozo

que ni desfigura el talle

ni se abre paso por el escote:

mutismo, ocultación plena.


La palabrería es sobreabundancia,

es recelo, es duda, es equívoco.

Es eso que cuesta corroborar

por estar sobredimensionado.

Ya se sabe,

la hipérbole reside en las afueras,

donde la constatación se desdibuja.


A veces enmudezco en tu presencia,

pero en mí resuena el tintineo

de un corazón desbordado,

un trabalenguas

que se trabuca en oraciones imperfectas,

esas que son corregidas por el silencio.


8 comentarios:

  1. Entre el silencio y la palabra...el sentimiento, Francisco. Ese sentimiento que es infinito y que no puede expresarse con palabras, quizá en ese silencio del universo, se encuentra el principio y germen...que todos llevamos en el alma y que nos mantiene vivos...
    Mi abrazo entrañable por tu constante amor a las letras.

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    1. Mi amor a las letras, María Jesús, es la muestra de mi egoísmo: en ellas me refugio y ellas me salvan.
      Un fuerte abrazo.

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  2. El silencio y la palabrería, ambas son necesarias en su justa medida. Tu imaginación para escribir no tiene límites. Saludos

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    1. Muy buenos días, Charo, y muchísimas gracias por tu asidua lectura diaria.
      Un abrazo.

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  3. Me gusta el silencio y no la palabreria por lo siguiente: El silencio puede ser una forma pura y contenida de sentimiento y de reflexión, mientras que la palabrería puede diluir y distorsionar la verdad, por lo general es lo que suele ocurrir "quien mucho habla mucho yerra".
    Un abrazo.

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    1. Como siempre, Emilio, en el término medio está la virtud. El completo silencio es un aislamiento, pero tienes razón, debemos tratar de ahorrarnos la posibilidad de tantísimos errores.
      Un abrazo.

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  4. Hay amores de todo tipo, como los callados que hacen mutis y los extrovertidos que no paran de hablar, pero mientras la pareja se acepte mutuamente… felices los dos.
    De allí que, para algunos, una mirada puede decir más que mil palabras. Y para otros, las palabras pueden hacer el amor de una forma distinta, porque logran penetrar hasta el alma sin siquiera tocar el cuerpo.
    No es malo ser callado, lo malo es (con el tiempo) arrepentirse de sentir el corazón repleto de flores de amor por ella y mezquinamente no haberle entregado ninguna. Y tampoco es malo ser excesivo en palabras, lo malo es mentir cuando se habla de amor.
    Me encantó tu trabajo. Una obra muy profunda que llama al pensamiento y remueve los sentimientos de todo aquel que tenga un humano corazón.
    ¡Gracias por compartir tu talento!

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    1. Las palabras, aunque sean comedidas y adecuadas tienen un valor relativo hasta que son certificadas por las obras. Muchísimas gracias, Juan Carlos, por tu extenso y agudo comentario.
      Un abrazo.

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