El amor, cuando se ciñe a su ser,
se aleja de los sucedáneos,
como el aceite cuando es de oliva virgen.
No es versión. Es original,
es prioridad al otro, pan candeal,
el pan nuestro de cada día.
Con hambre o sin ella,
miga o corteza, al unísono,
sin distinción.
En la placidez del hambre colmada
y en la abstinencia de los días aciagos;
en la salud y en la enfermedad,
con calor o con frío:
dar
prioridad al otro.
Es dificil dar al otro cuando no tienes ni para ti mismo, es lo que está ocurriendo en este mundo insolidario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto que es difícil, pero es más generosa la voluntad que los medios de fortuna, Emilio.
EliminarUn abrazo.
Muy cierto el AMOR verdadero es entrega, generosidad y dar prioridad al otro, yo así lo viví.Saludos
ResponderEliminarTe agradezco tus comentarios diarios, Charo.
EliminarUn abrazo.
Feliz aniversario!!!!!!!!
ResponderEliminarFeliz como una perdiz nuestro aniversario fue en enero, ya 51. ¡Qué viejos somos!
EliminarUn abrazo.
El amor es un camino de aprendizaje con paciencia, generosidad, entrega y con la vista en la eternidad, Francisco...Vamos superándonos y creciendo espiritualmente...Buena reflexión, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable.
Ojalá así sea. Como humanos, no acertamos siempre, pero si estamos dispuestos a rectificar...
EliminarUn abrazo.