A Pablo Chávez
Yo pensando en mí
hasta el último aliento,
al tiempo que entregabas
tu bonachona sonrisa
como acuse de recibo.
Sin gorjeos con los que empavonarte,
sin poses, ni exigencias,
siempre a la espera de dar y donarte.
Lo mismo jugando de líbero
que girando visitas a domicilio,
siempre con tu radiante tarjeta de visita
en la comisura de tus labios.
De tus adentros no exhalaba nada propio,
como si tu físico fuera un curtido cordobán
para hacer las delicias ajenas,
como payaso que llora con sonrisas
para ver en los otros la felicidad.
Has hecho mutis por el foro, Pablo,
sin tan siquiera un lamento,
empequeñecido en un sueño
que desde ya lo es eterno.
Por eso, querido y admirado amigo,
eres por siempre y para siempre
memoria eterna, rotundo ejemplo.
En paz descanse tu amigo. Lo siento. Te acompaño.
ResponderEliminarUn abrazo.
Fue nada menos que un buen hombre. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Te ha dejado un buen recuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y un gran ejemplo de vida, Emilio.
EliminarUn abrazo.
Que descanse en paz, y tú quédate con su hermoso recuerdo.
ResponderEliminarBella ofrenda Francisco.
Feliz día.
Un abrazo
Pablo es un ejemplo y un estímulo para imitarle. Muchas gracias, Carmen.
EliminarUn abrazo.
Nada es en vano, Francisco...La huella de Pablo ha quedado en todos los que lo conocieron, seguro que si...Y allá arriba recogerá sus frutos.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y mi ánimo.
lindo poema, triste despedida
ResponderEliminarsaludos
Muchas gracias, Carlos.
EliminarUn abrazo.
Muy emotivos estos versos a ese querido amigo tuyo que Dios lo tenga a su lado. Saludos
ResponderEliminarSeguro que está en un lugar de privilegio, Charo.
EliminarUn abrazo.