Los delfines del Estrecho
—hablo del de Gibraltar—
casi todos ellos
han hecho un máster
en salvamentos frustrados,
náufragos que dieron sus
vidas
a cambio de un sueño
que les condujo al infierno
de las profundidades
y no a al paraíso soñado,
según las creencias
y el llamamiento inocente
de la televisión vía
satélite
o la hambruna acuciante.
Ellos conocen a todos los
Odiseos,
a los sedientos y húmedos,
a los harapientos,
a los hambrientos de
aventuras
y a los otros, a los de pan.
Se ejercitan de escolta de
toda
embarcación que cruza la
zona
y sus cabriolas y piruetas
son el divertimento de los
turistas
y testigos de naufragios
que hicieron del sueño
pesadilla.
Una divinura . Si buscas ternura, busca a los delfines. Son acróbatas del mar . Son los predilectos de los niños . ¿ quién no quiere ver a los delfines cuando visitan el mar ?
ResponderEliminar¡Bella entrada, españolito !
Apapachos.
El amor es así, no hace falta conocer el mar ni vivirlo con frecuencia para estar enamorada de él. Imagino que sólo vistes los delfines en el cine o la televisión, pero eres una enamorada de todos y la creación te subyuga. Gracias por tus palabras, siempre tan cariñosas conmigo.
EliminarApapachos.
¿Sabes que los delfines me encantan porque los encuentro de una belleza espectacular?
ResponderEliminarUn beso.
Tan espectacular que, algunos sagaces, han hecho espectáculo de ellos. Gracias, María por tu amable compañía.
EliminarBesos.
Gracias siempre a ti, amigo Francisco, me es muy grato siempre leerte, unas veces desde el silencio, otras veces fluyendo entre letras.
EliminarFeliz tarde de miércoles.
Un beso.
Observo que te gusta la mar, bueno, todo lo que emane vida y belleza de la Madre Naturaleza y eso es precioso y aporta mucho y bueno.
ResponderEliminarEnhorabuena, Paco, me encanta tu blog.
Amistosamente.
Mari Carmen.
Me das una gran alegría con tus palabras, Mari Carmen. Cuanto más mayor soy, más me percato y admiro la Creación. El mar es mi compañía desde niño y mi añoranza ahora que vivo tierra adentro. Lo que ahora voy publicando es un libro que se titula "Memoria del mar", por eso todos los temas son relacionados con él. Gracias nuevamente.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. He creído ver en tus versos a los inmigantes:
ResponderEliminarnáufragos que dieron sus vidas
a cambio de un sueño
que les condujo al infierno
de las profundidades"
Y quiero creer que los delfines acompañan a estos pobres Odiseos y les dan algo de ternura y esperanza.
Un saludo desde Gran Canaria (rodeada toda de mar) para todos, Ángel
y no a al paraíso soñado,
Pues has leído muy bien, Ángel, procuro estar siempre del lado de los débiles.
EliminarUn fuerte abrazo.
Bellos y enigmáticos, hermosos como tu poema.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
¡En qué pocas palabras me has dicho tanto!
EliminarBesos.
Pues si, son testigos de tantas cosas. Dicen que su inteligencia se asemeja a la nuestra:-) creo que es al revés. Lastima los sueños frustrados.
ResponderEliminarNo creo que la solución pase por traer todo el continente africano a España en patera, lo suyo sería que los gobiernos les ayudasen hacer realidad ese sueño sin que se tengan que jugar la vida para después mendigar delate de los supermercados
Bss.
Los delfines son unos animales con una inteligencia muy parecida a la de los humanos.
ResponderEliminarEn cuanto a los sueños frustrados es una pena. No creo que la solución pase por traerse medio continente africano en patera a Esàña. Más bien los gobiernos se tendrían que preocupar de ayudarles a cumplir ese sueño en su tierra, sin que los pobres se tengan que jugar la vida para terminar después mendigando a la puerta de los supermercandos con la "Revista Farola" amarillenta y medio rota de tanto pasearla.
Tienes toda la razón, Katy, nadie emigra si en su casa tiene el paraíso. Creo que se conformaría con el Limbo, pero no podemos cerrar a cal y canto una frontera contra el hambre; no podemos en conciencia y es imposible. La solución pasa por crear en sus lugares de origen medios para vivir con dignidad. No va a darnos tiempo, pero en este cambio de Época que estamos viviendo, la solución pasa por compartir y no por acaparar para unos privilegiados. No va a tardar tantos años en que cambie el orden mundial.
EliminarBesos.
Es triste, Besos.
ResponderEliminarEs triste, pero no lo son los delfines, no lo es el mar y no lo es que uno hable de estas cosas, porque de aquello que no se habla no existe. Nos hemos pasado mucho tiempo no hablando de ellos e ignorándolos; ahora no tenemos más remedio que reflexionar sobre ello y tomar medidas.
EliminarBesos azules.