Me llama,
el mar me llama
y me ama, y me clama;
el amor en mí inflama
desde enero a diciembre,
—mas por san Bernabé—
se hace ardor esa llama
que enciende el deseo
en su flama;
un ayer que quiere ser
hoy...
Me llama,
el mar me llama
de manera imprudente
y de forma tan ardiente
que mi memoria reclama...
Me llama,
el mar me llama.
A mí también me llama el mar y por cierto con una voz muy alta jajaaj entre gritos, pero no me queda más remedio que no escucharle porque no puedo acercarme hasta allí para envolverme en sus olas, me pilla algo lejano.
ResponderEliminarPrecioso poema, amigo mío.
Un beso.
Eso no es problema. Dime cuándo dispones de un par de días y voy a buscarte con mi triciclo; no es eléctrico, pero pedaleamos un ratito cada uno.
EliminarBesos.
Como soy de interior, el mar solo me llama de vez en cuando...
ResponderEliminarAbrazo!
Cuando te llame, me lo dices: yo te cantaré canciones marineras como salmodias de sirena; eso consuela mucho.
EliminarDos besos.
Le vas a sacar los colores!
ResponderEliminarA mi quien me llama es Neptuno y de tal forma que hasta me despierta. Venga, un be Zzz Zzzz
Pues yo tengo mucha mano con Neptuno, pero no por ser del Atleti, que también, sino porque el mar es mi sueño permanente y mi vivencia continuada a tramos.
EliminarBesos.
El mar me entristece. No sé porqué.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mí me entristecen los fados, pero me gusta escucharlos. El mar es temible y atractivo: vivimos en medio de contrastes.
EliminarUn beso.
El mar es sabio y no a todos llama,
ResponderEliminarBesos fuertes
tRamos
Cuando llegas a la playa y ves un personal tan heterogéneo, llegas al convencimiento de que el mar no distingue muy bien los cuerpos o les interesa todos. Hasta ese extremo no he podido investigar.
EliminarBesos salinos.
A mí también me llama, pero cualquiera se acerca ahora en el puente con toda la gente que tiene que haber. Mejor me acercaré a primeros de octubre a Fuengirola y veo a mi hermano, como el año pasado.
ResponderEliminarUn saludo.
Tú lo que vas es a la feria de Fuengirola el 8 de octubre, y de paso a ver a tu hermano. Fuengirola es preciosa en cualquier tiempo.
EliminarUn abrazo.
Para eso esta la imaginación , para tenerlo siempre al lado , en un bolsillo y jugar con sus olas cuando nadie te ve , el mar , mi mar , mi sueño azulado ...besos azules
ResponderEliminarTan es así, Mariloli, que casi todos los poemas de esta tirada corresponden a la memoria en lugar de la vivencia inmediata.
EliminarBesos marinos.
Aunque no lo creas , a pesar de la distancia el mar me llama. Sabe que muero de amor por él. Adoré tu poema. Me lo llevo. Tal vez así el mar piense en mi, un ratito , un cachito nada más.. Apapachos.
ResponderEliminarPues díganmelo ustedes a mí que vivo rodeado de mar por todas partes...
ResponderEliminarDesde Gran Canaria, un océano de felicidad para todos, Ángel
Aquí: acompañándote desde el otro lado del oceáno; juntando versos- poquitos, porque a veces duelen- y haciéndome una caricia en el alma con cada uno de tus bellos bellos poemas. Y ahí va, como siempre, el abrazo desde Buenos Aires.
ResponderEliminarToda la memoria cabe en una mirada,
toda ella en un breve entornar los ojos
o en un soslayo por el retrovisor de los días.
Y un ayer que quiere ser hoy