Esta fiesta es un alga
enredada
en la memoria pagana
que quiere saldar sus deudas
echando al fuego cosas
y no modos y conductas,
trastos y no nuestra
trastienda.
Los vetustos holocaustos
ofrecían sacrificios
animales
por las culpas propias;
la noche del fuego
—quemando cosas viejas—
pretende hacer del hombre
un ser nuevo
brincando por encima de las
llamas
para fortalecer las
debilidades.
A la mañana siguiente,
tizones y cenizas
y los mismos propósitos de
ayer.
Es verdad españolito. Es una fiesta pagana. Pero no imaginas lo alegre que es acá. Algunas personas caminan sobre brasas encendidas, eso nunca lo ví, salvo en la tele. Pero tengo unos recuerdos re lindos de mi adolescencia . La noche del 23 escribía en unos papelitos los nombres de los chicos que me gustaban . Cuando me despertaba los buscaba. El primero que tomaba tenía el nombre de la persona con quien me casaría. Por supuesto nunca me salió pero fue muy divertido. ¡ ja ja ja ! ahora no lo hacen más, parece . Al leerte me vino el recuerdo lleno de ternura. Entonces era inocente y creía en todo. mira lo que te vine a contar !... Mi amiga María Jesús se horrorizará cuando lea esto que quería ser un comentario. no me culpes , es mi niña interior que nunca se quiere ir y a veces me juega malas pasadas.
ResponderEliminarApapachos.
Pues no hay mucha diferencia con lo que sucede aquí. Comprendo que posiblemente los jóvenes busquen más la diversión de la noche que los efectos mágicos de ciertos conjuros que practican.
EliminarApapachos.
Bueno algunas veces cambian los propósitos de forma pero no de fondo. Se nos olvida que al final todo es ceniza.
ResponderEliminarBss
Jajaja. Esa es la pura realidad, que al final todo queda en cenizas.
EliminarBesos.
La noche de San Juan se parece en cierta forma a la de Noche Vieja: muchos proósitos, nuevos deseos y tras el sueño reparador, al día siguiente, volvemos a fumar, a comernos las uñas, a comer chocolate, a no apuntarnos a clases de inglés por pereza y a hacerle la puñeta al vecino. La memoria del ser humano es selectiva cuando quiere.
ResponderEliminarUn saludo
Así es, Carmen. Todo alrededor de la noche más larga y la noche más corta, buscando la magia del universo para que nos cambie lo que nuestra voluntad no es capaz de hacer.
EliminarBesos.
Hermoso poema, con un final muy claro y cierto. Al final todo es ceniza, rescoldos...
ResponderEliminar.
Hace falta echar tierra encima. o que el mar se los lleve, como ocurre en esa playa (bonita foto de la Fiesta de San Juan en la playa de Riazor de Coruña). Pero somos tan débiles que al siguiente año tenemos que repetir los mismos propósitos no cumplidos, y así continua, año tras año, el ritual de los deseos irrealizados que muestran la fragilidad de nuestra voluntad. ¿Será que las meigas se empeñan en llevarnos la contraria?
Un afectuoso saludo.
Es verdad cuanto dices, Chela. El hombre es el único animal que tropieza siempre en la misma piedra, y así vamos de tropiezo en tropiezo sin enmendar nuestras vidas.
EliminarMuchos besos.