El murmullo del agua,
el aroma salobre
que penetra los sentidos,
son anticipos del disfrute
del mar,
apenas una muestra gentil
del ágape que se aproxima.
El sol ya está tocado
de debilidad hacia el
poniente
y la bruma es un tul
que todo lo arropa
hasta envolverlo en nebulosa
que desdibuja la línea
del consabido azul del
horizonte:
cielo y mar
una misma amalgama,
un todo confuso
que sin ser tiniebla
ya es día que agoniza.
La arena templada
y la brisa acaricia;
el día se despide con
añoranza
y los últimos bañistas
ya sueñan un nuevo amanecer
que se hace caracola
en las mentes juguetonas
y los oídos audaces.
El sol declina hasta
entregar su vida,
arrullado por el rumor del
mar
y el ronroneo de su muerte,
de la que nacerá un nuevo
día.
Una divinura. Cuando quieres juegas con las metáforas . Es lo que más admiro de tus letras. "... y la bruma es un tul que todo lo arropa "... no puede ser más bella.
ResponderEliminarLa imágen es preciosa y presumo que habrá sido tomada "en vivo y en directo" a la hora del atardecer.
Te dejo un regalito :
"La primavera muere
Lágrimas de pájaros
Lágrimas los ojos
de los peces."
Basho.
Apapachos.
Gracias, María del Carmen, por tan espléndido comentario y por el estrambote.
EliminarApapachos.
El amanecer es como la promesa de un día que se renueva, aunque al principio sea tímidamente.
ResponderEliminarY así cada día. No hay final, sino una continuidad infinita siempre igual, siempre diferente.
EliminarUn abrazo.
Amanecer y atardecer son las dos caras de una misma moneda.
ResponderEliminarEso es, en una se levanta la luz y en la otra se acuesta.
EliminarUn abrazo.
Precioso poema lleno de nostalgia atardecida. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Emma. Me sabe a piropo en lugar de crítica.
EliminarBesos.
La última estrofa resume todo el poema, esas preciosas personificaciones nos dan idea de la infinta generosidad del cielo y el mar, que juntos emprenden un ritual de muerte...Un bello y emocionado ritual de entrega y amor para seguir dando vida más tarde...MI felicitación por tu profundidad consciente y constante, Francisco.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz fin de semana con los tuyos.
M.Jesús
No me gustas cuando callas, porque estás como ausente, María Jesús. Gracias por tan bello comentario.
EliminarBesos.
Un poema sugerente que trasmite unas enormes ganas de fundirse con el mar.
ResponderEliminarMi mente debe de ser muy juguetona porque me ha entusiasmado imaginar al amanecer como una caracola, ¡precioso! ¿Se oirán en ellas las voces del próximo día? ;)
Un besote :)
Por supuesto que se oirá. En el poder de tu mente está el pentagrama de todas las caracolas y la de todos los mares.
EliminarUn beso.
Pues muy bien, Anarkasis, cada uno hace con su gusto lo que le caiga en gana. No sé si se trata de una broma o de un intento de provocación, pero te advierto que si es lo segundo has dado en hueso, no me doy por enterado.
ResponderEliminar¡Simpática!