A ti te digo, lector,
¿nunca te embrujó
una hipnótica mirada?
Fue mi mirada o la suya,
pero
no lo creí y repetí de nuevo
frotándome de asombro.
Tengo entendido que sólo
los ángeles son
translúcidos,
pero ella lo ocupaba todo
y no obstaculizaba nada.
En su línea de flotación,
esa intimidad que siempre
se reserva con escasez,
allí mismo se nivelaba
el azul de los azures del
horizonte
con el más atractivo
de los encantos marinos.
Uno está leyendo o echado
y cuando mira siempre
encuentra algo opaco
que se convierte en muro
frustrante. No es su caso.
Ella era una medusa
no gelatinosa, pero maleable
a la imaginación,
que tantas veces nos
desorienta
y con frecuencia nos nubla
como en posesión
del síndrome de Stendhal.
Sorpresa agradable muy muy agradable....ese lugar donde te encuentras está haciendote mucho bien.
ResponderEliminarBesos cariñosos
tRamos
Muchas gracias, Tramos. Estos son mis orígenes.
EliminarBesos de mar.
Extraordinario hallazgo, con toda la magia.
ResponderEliminarUn abrazo Paco... sigue disfrutando ¡mucho!
Muchas gracias, Sara, por tus buenos deseos y por tu comentario.
EliminarUn beso salado.
Hola Francisco. Leyendo tus poemas me da en la nariz que te encuentras bien. Al menos espero que los dolores te sean tan suaves como el azul de los azures que nos describes. Ánimo, que a lo que se ve, no te falta ni un pizco.
ResponderEliminarDesde Gran Canaria, un cariñoso saludo, Ángel
Esto mío no vuelve al estado de "bien", pero después de habernos visto me hicieron una infiltración lumbar y estoy mucho mejor. No como para tirar cohetes, pero mucho mejor, hasta que dure. Gracias, Ángel.
EliminarUn fuerte abrazo.
La estás pasando bien ¿eh?...supongo que en la playa podrás ver lindas niñas en bikini o cuerpos de modelos,, etc ... Me alegra. Disfruta que la vida es un soplo.
ResponderEliminarApapachos.
Pero "Ceci n'est pas une pipe"
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