Te tuve en mi mente:
cabalgadas de aguas
de mis fantasías y
aventuras,
tanto en días tormentosos
como en noches de estío,
eras un plumón alado,
mi amado pegaso acuático,
ese sueño recurrente,
esa nube subacuática
que recorre los mares
a lomos de las mareas;
Hipopez de las cabriolas
elegantes y sutiles,
al trote disciplinado
de la Escuela Ecuestre
de la Atlántida;
sin ti los mares serían
igualmente salados,
pero menos elegantes
y nadie sabría cómo bailan
los caballitos marítimos.
¡Una preciosura ! amo los caballitos de mar. Me pasé la vida buscándolos para tenerlos como dijes, colgados de una cadenita. como adornos .Me fascinan. Simbolizan la fidelidad.de verdad nunca los he visto pero estoy acostumbrada a soñar. Este caballito de mar se va conmigo. Es un gozo leer sobre "plumón alado ".
ResponderEliminarapapachos.
Lo curioso es que se trata de un animal humilde, pequeñito, casi insignificante, pero algunos conocemos el verdadero sentido y misterio de esos equinos en las profundidades marinas.
EliminarApapachos.
Lindos son los caballitos de mar y más bellos pintados entre tus versos.
ResponderEliminarUn beso.
Pues sí, María, para qué negarlo; he procurado pintarlos parecido a lo que verdaderamente son.
EliminarBesos.
Definitivamente el mar es tu fuente inagotable de inspiración, haces una bella evocación teniendo como tema a esta hermosa criatura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sin dudas el mar es una fuente inagotable. En este caso se trata de un poemario monográfico con el mar como tema.
EliminarUn abrazo.
Qué bello Francisco, gracias! Cómo no amar a estas joyas del mar? Y cómo no amar tus versos? Ahí va el habitual abrazo desde Buenos Aires (Tenés otro el 15 de agosto, lo viste?)
ResponderEliminarCada vez que asomas, Adiana, me alegrás la vida. Gracias, Adriana por llegar desde tan lejos a este humilde rincón lírico.
EliminarUn beso.
Tenerle de compañía es quizas todo un aliento de belleza en tu mente y alma.
ResponderEliminarBesos poeta¡¡¡
tRamos
Gracias, Tramos, por tus palabras siempre amables.
EliminarBesos,
Hola Paco, ¿sabias que los caballitos de mar tanto hembras como machos producen chasquidos mientras comen y gruñen al ser capturados?
ResponderEliminarGracias, Mirentxu, sé más cosas de los caballitos de mar, pero no he querido desvelar todos los secretos que ocultan las aguas saladas. Gracias por llegar a tu casa.
EliminarBesos.
Caballito sin jinete. Ni falta que le hace. El animal más simpático del mar.
ResponderEliminarUn saludo.
En verdad es un centauro, así que lleva el jinete incorporado, de ahí lo peculiar del asunto.
EliminarUn abrazo
Hola Franciso, jooooooooooo no me deja enviar mensajes.
ResponderEliminarComienzo de nuevo.
Precioso el poema.
Bello, delicado y grácil caballito de mar. Estoy seguro que si este caballito no existiera, el mar no sería tan bello y no habría tantas historias bellas.
Saludos y besos
Esta máquina hay veces que se vuelve medio tonta, pero luego se viene arriba, asi que no desesperes. Has dado en la diana, Isa, ni siquiera habría mar sin caballitos.
EliminarUn beso salado.
Las estrellas y los caballitos bailan al son del agua mientras las algas ondulan a su compás.
ResponderEliminarUn beso
¡Olé, Carmen, qué bonito te ha quedado!
EliminarUn beso.