13 octubre 2021

UNA FLOR



 

Una flor, una vertical al cielo

con la mano extendida

ofreciendo todo su esplendor

como referente iluminado.

Color. Magnificencia. Golosina

sobre la que revolotean

tres intrépidos insectos. Tres

enredando sus patas en los estambres.

 

Gravitan. Pululan. Giran

las peonzas en gozoso festín

coronando la corola.

 

Observo. Fijo la atención

en lo primario de la vida,

en los primeros planos,

y dejo de pensar en el laberinto

donde un virus mutante

nos ha venido a desorbitar.

 

Nada es como ayer,

pero nos empecinamos en volver

y nos estrellamos de narices

sobre el escaparate de la confitería.

 

Los medios responsabilizan

al gobierno del irresponsable

gobierno de las personas.

 

Se abre la espita y se escapa el vino;

sobre el aceite merodea el mismo mal…

Y nosotros empeñados en despeñarnos

en el ayer,

sin atrevernos a conjugar el futuro.

15 comentarios:

  1. Es verdad, la culpa es siempre del otro, nunca nos miramos a nosotros mismo cometiendo errores, nunca nos equivocamos, si nos caemos, nos han empujado y somos incapaces de levantarnos.

    un abrazo.

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  2. Condenados a repetir la misma historia. La culpa siempre nos es ajena. Nunca avanzaremos.
    Un abrazo.

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    1. La primera excusa la de Caín: "¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?" Tenemos una larga tradición, Cayetano.
      Un abrazo.

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  3. De nosotros depende y no estar pendientes de medidas prohibitivas. Para algo tenemos la cabeza y la sensatez, que nos marca la forma de actúar.

    Besos

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  4. Me voy a quedar con esa flor radiante que mira al sol y permite que tres insectos revoloteen y se posen en su corola para darse un festín y me quedo con esto porque alegra la vida y me hace sentir viva y con la suficiente responsabilidad para saber que tengo que ser precavida ante ese mal virus que todavía nos acecha.En mi pueblo vuelve a haber contagios después de un breve respiro sin ningún caso y donde las personas bajaron la guardia..Saludos

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  5. Nos viene bien vislumbrar la flor y la belleza que nos rodea, porque necesitamos liberarnos del miedo, Francisco. Pero, la prudencia siempre es buena, no debemos confiarnos. El invierno está cerca y podemos volver atrás, es cierto.Cada uno debemos ser responsables y aprender, sin olvidar.
    Te dejo mi abrazo entrañable por tu constante profundidad y buen hacer.

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    1. Miedo y prudencia no son incompatibles. No se me ocurriría meter miedo, pero sí invito a ser prudentes.
      Un abrazo.

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    1. Y los caprichos nos llevan con frecuencia a la obstinación.
      Un abrazo.

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  7. Creo que hay que guardar un equilibrio entre el miedo, el confiarse demasiado, el ser inconsciente, el no tener empatía en absoluto, el ser precavido, y el aprender a disfrutar del instante con responsabilidad. Un abrazo grande Francisco!!!

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  8. "Tres enredando sus patas en los estambres". Me encantó toda esa parte donde un instante llamado Flor nos eleva sobre las circunstancias actuales.
    ¡Magnífica descripción natural!

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