Aquí y ahora,
frontera entre el pretérito
y el futuro,
flaca cordillera que
discurre del ayer al mañana
en la que nos
debatimos.
Llegó el Covid para
instalarse,
le abrimos las
puertas de la ignorancia
y se coló hasta la
cocina
husmeando y
contaminando nuestras vidas.
Eso fue ayer, pero
lo sigue siendo hoy
y parece que se ha
hecho con las riendas.
¡A casa! ¡Todos a casa!
Y ayer como hoy no
sabemos
cómo sacudirnos la
pandemia
que ha roto
nuestros sueños
y ha despertado la
verdad dormida
en la que nos
habíamos embelesado:
no era para tanto, “la
mejor sanidad”
duerme en los
cuentos del pretérito.
Aquello que nos
contaron,
ignorando que algún
día habría de despertar
la escuálida verdad
de su sopor,
echa por tierra
nuestros mitos y ensoñaciones:
tenemos grandes
técnicos, si bien insuficientes,
pero escasos, muy
escasos de medios.
A ver si es verdad que llega la vacuna y por lo menos, de cara al verano, tenemos alguna esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
¡Largo me lo fiáis, amigo Cayetano!
EliminarUn abrazo.
A veces pienso que la pandemia no la ha generado China como muchos dicen, después de escuchar lo que van a ingresas las farmacéuticas por sus vacunas creo que deberíamos poner el ojo encima de ellas, para la farmacéuticas cuantas más pandemias mejor para su economía, no creo que ellas se planteen el tema de enfrentar a la salud con la economía, ellas lo tienen muy claro.
ResponderEliminarUn abrazo
No tenemos pruebas para acusar a los chinos, tampoco de las grandes farmaceuticas, pero dudas... Haberlas haylas.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. Paciencia, hemos de tener paciencia y aguante, mucho aguante. Es una calamidad pero hasta que no llegue la vacuna y podamos vacunarnos todo el mundo. Sí, todo el mundo esto no va a parar.
ResponderEliminarAbrazos
Ahora anuncian dosis de vacuna para 10 millones de personas y somos casi 50... Paciencia y un poco de fe, Isa.
EliminarAbrazos.
Acabo de escuchar a un famoso cardiólogo afirmar que mejor que la vacuna debemos pensar en protegernos entre todos dejando aparte toda ideología política, una buena protección sería muy efectiva pero tendría que empezar por los que nos dirigen dando ejemplo de civismo y unidad al resto de la población que también tiene que poner de su parte y nada de individualismos: "todos para todos".Saludos
ResponderEliminarTal y como están las cosas, Charo, no podemos más que tomar nuestras propias medidas; ahora resulta de todo punto imposible convencer a los demás, en especial a los jóvenes.
EliminarUn abrazo.
Nos creemos el ombligo del mundo, pero las pandemias no entienden de barreras, nid e oriente y occidente, ni de razas o religiones, si siquiera de fronteras. No somos perfectos.
ResponderEliminarUn saludo
Esta pandemia nos está dejando en nuestra más rotunda verdad y la fragilidad que no imaginábamos. Somos imperfectos, totalmente imperfectos.
EliminarGracias y un abrazo.
Y lo malo es que se ha ido afianzando y extendiendo a multitud de lugares...mucho me temo que esto vá para tirmpo.
ResponderEliminarTardaremos bastante en recuperar la vida que antes habíamos tenido.
Besos
Estoy convencido que todo acabará siendo distinto de lo que hemos conocido y a medio plazo, nada inmediato que no sea más calamidad.
EliminarBesos.
Estremece escuchar lo que pasa en el mundo entero, quiera Dios que pronto pase. Siempre bueno lo tuyo, la ilustración es magnífica. Besos
ResponderEliminarMuchas gracias, Rosa María. No tenemos más remedio que estremecernos con lo que nos está pasando.
EliminarBesos.
Esto de la pandemia va para largo, ahora hasta mutaciones del covid-19 han sacado..... Paciencia y fe se van acabando amigo Francisco. Saludos.
ResponderEliminarNo nos queda otra que refugiarnos en la trinchera de la fe y la esperanza en la ciencia. Seamos prudentes, Sandra.
EliminarUn abrazo.